Yanira Zúñiga y casos de abuso sexual
El impacto de un caso de abuso sexual
El caso de Gisèle Pelicot ha puesto en evidencia una serie de violaciones cometidas en un período extenso por múltiples perpetradores. Este suceso ha generado interrogantes sobre la naturaleza del abuso sexual y la complicidad de quienes lo rodeaban. La historia de Pelicot, además, revela aspectos de una cultura de la violación que normaliza la violencia sexual.
A lo largo de su trayectoria, Rita Segato identifica diferentes formas de violencia sexual, desde aquella motivada por castigo hasta la exhibición de poder ante la comunidad. En el caso de Pelicot, estos elementos parecen estar presentes, reflejando un sistema de creencias que banaliza o justifica la violencia sexual.
La valentía de Pelicot al decidir hacer público su caso invita a reflexionar sobre la importancia de visibilizar estas situaciones y romper con el silencio impuesto a las víctimas. Su determinación de no permitir que la vergüenza recaiga sobre ella misma, sino sobre los agresores, demuestra un cambio de paradigma necesario en la lucha contra el abuso sexual.
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La decisión de Pelicot de exponer su experiencia a la luz pública contrasta con la actitud de sus agresores, quienes optaron por permanecer en el anonimato. Su mensaje va más allá de su propia historia, buscando representar a todas las mujeres que han sido víctimas de abuso sin recibir el reconocimiento que merecen. Este acto de valentía desafía las convenciones sociales y propone un cambio en la forma en que se aborda la violencia sexual en la sociedad.
Por Yanira Zúñiga, investigadora en violencia de género y derechos humanos en la Universidad Austral de Chile