El impacto de los ultraprocesados en el desarrollo de la demencia
La dieta tiene una influencia significativa tanto en la salud física como en la mental.
Por esta razón, muchos investigadores se han enfocado en estudiar cómo el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados puede afectar la probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades.
El estudio sobre carnes procesadas y demencia
En el Congreso Internacional de la Alzheimer’s Association, que se llevó a cabo entre finales de julio y principios de agosto de 2024, se presentaron hallazgos preliminares que asocian el consumo de carnes rojas procesadas con un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Es importante recordar que la demencia implica trastornos que afectan la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar tareas diarias, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Alzheimer es la forma más común de demencia, representando entre un 60% y un 70% de los casos, de acuerdo con la OMS.
La investigación reciente siguió a más de 130.000 adultos en Estados Unidos durante 43 años.
Durante este periodo, se registraron 11.173 casos de demencia en este grupo.
El estudio encontró que quienes consumían habitualmente alimentos como salchichas, tocino, salami y mortadela tenían una mayor propensión a desarrollar demencia, reportó el New York Times.
En detalle, aquellos que comían dos porciones de carne roja procesada a la semana presentaban un 14% más de riesgo, en comparación con quienes consumían menos de tres porciones al mes.
En contraste, el consumo de carne roja no procesada —como filetes o chuletas de cerdo— no se asoció con un mayor riesgo de demencia.
Sin embargo, las personas que consumían carne roja no procesada a diario reportaron sentir un deterioro en su capacidad cognitiva con el tiempo, en comparación con quienes comían estos alimentos con menor frecuencia.
El periódico estadounidense aclaró que estos resultados aún no han sido publicados en una revista académica.
A pesar de ello, los hallazgos proporcionan información valiosa sobre los efectos de los alimentos ultraprocesados en la salud.
Qué son los alimentos ultraprocesados y cómo se relacionan con la demencia
Los alimentos ultraprocesados se caracterizan por estar compuestos en su mayoría por ingredientes industriales.
Estos productos suelen tener un bajo o nulo contenido de alimentos naturales y son ricos en azúcar, grasa o sodio, lo que también ha sido vinculado con efectos negativos en la salud.
Ejemplos de estos productos incluyen muchas carnes procesadas, yogures con sabor, sopas instantáneas, bebidas azucaradas, varios tipos de cereales y la conocida “comida chatarra”.
En 2017, nutricionistas informaron a El País que aproximadamente el 80% de los productos en los supermercados pertenecen a esta categoría.
Además, un estudio publicado a principios de 2023 en The Journal of Nutrition indicó que estos alimentos representan cerca del 58% de las calorías consumidas por niños y adultos.
Los alimentos ultraprocesados también han sido asociados con enfermedades como problemas cardíacos, diabetes tipo 2, obesidad, ciertos tipos de cáncer y trastornos gastrointestinales, según detalla un metaanálisis disponible en The BMJ.
En cuanto a su impacto en la salud cerebral, diversos estudios han concluido que su consumo regular o en exceso puede contribuir al deterioro cognitivo.
Sin embargo, no se ha demostrado que dañen directamente el cerebro.
Dong Wang, autor principal del estudio presentado en el Congreso Internacional de la Alzheimer’s Association, señaló al Times que con la evidencia actual no se puede concluir que el consumo de cierta cantidad de carne roja procesada ‘definitivamente’ causará demencia.
El también académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard subrayó, “Ese no es el caso”.
Aun así, varios estudios han demostrado una asociación, por lo que el profesor de Neurología de la Universidad del Sur de California, Hussein Yassine, enfatizó al citado medio que “debemos tomarlo en serio”.
A pesar de que la comunidad científica sigue investigando los efectos específicos en el cerebro, hay consenso en que una dieta saludable puede beneficiar la salud cerebral.
El jefe de cuidados neurocríticos del Hospital General de Massachusetts, W. Taylor Kimberly, mencionó al periódico de la Gran Manzana que “incluso cambios modestos a lo largo del tiempo pueden tener un impacto positivo, y eso es importante porque significa que es factible”.
Recomendaciones para una dieta más saludable
En este contexto, se sugiere adoptar hábitos para reducir progresivamente los alimentos ultraprocesados e ir sustituyéndolos por opciones más saludables.
Por ejemplo, Hussein Yassine recomendó empezar por disminuir el consumo de bebidas azucaradas, reemplazándolas por agua o té helado sin azúcar.
Asimismo, propuso sustituir las carnes rojas procesadas por fuentes de proteína como el pollo, el pescado, las lentejas y los frutos secos.
A esto se le puede añadir más frutas, verduras y cereales integrales a la dieta, ya que son ricos en fibra.
“Hay que ir paso a paso”, resaltó al Times el académico de la Universidad del Sur de California.
Si tienes dudas sobre tu salud o tus hábitos alimenticios, siempre es aconsejable consultar a un especialista para evaluar tu caso específico y encontrar las mejores formas de abordarlo.