Acceso inclusivo a la salud: la matrona con lengua de señas en consultas
Una mirada diferente a la atención en salud
La primera vez que la matrona Valentina Hormazábal se encontró con una paciente sorda fue inesperada. Durante una consulta de anticoncepción, la adolescente sorda necesitaba que su madre actuara como intermediaria, lo que cambió la dinámica habitual de la consulta.
Esta experiencia llevó a Valentina a interesarse en aprender lengua de señas, buscando así la accesibilidad universal en su labor como matrona. Su formación en este aspecto no se limita a la discapacidad auditiva, sino que abarca diversas formas de diversidad.
Otro enfoque en la matronería actual
Desde que Valentina incursionó en la interpretación musical en lengua de señas en 2017, su compromiso con la inclusión y la matronería integral no ha cesado. A través de su docencia en obstetricia, busca inculcar a los futuros profesionales la importancia de considerar la diversidad en la atención en salud.
El valor de la lengua de señas
Para Valentina, el dominio de la lengua de señas ha permitido a las personas sordas tomar decisiones autónomas en su atención médica. La posibilidad de resolver dudas en su idioma ha sido una experiencia gratificante y fundamental para garantizar el acceso a la salud de todos.
En este sentido, la comprensión y respeto por la cultura sorda son esenciales para superar las barreras de comunicación y acceso a la información que enfrentan estas personas en el sistema de salud.
Explorando la integralidad en la matronería
Para Valentina, la matronería integral va más allá de la atención clínica, abarcando el bienestar integral de las personas. Esta visión pretende ofrecer una atención empática, técnica y basada en evidencia científica, considerando las necesidades individuales de cada paciente.
Desafíos en la promoción de una atención integral
Al enfocarse en la salud reproductiva y ginecológica, Valentina enfrenta el desafío de promover el acceso universal a la atención médica, especialmente para mujeres con discapacidad. Su labor se centra en difundir información y sensibilizar a sus colegas para brindar una atención adecuada y eliminar los mitos en torno a la sexualidad de las personas con discapacidad.