Cómo preparar un asado económico en espacios reducidos
Preparación de un asado económico en espacios limitados
Si disponen de un espacio de cocción en construcción o una de esas parrillas que superan los quinientos mil pesos, este contenido podría no ser relevante para ustedes. Sin embargo, si cuentan con un modesto medio tambor en el jardín, una parrilla a gas o, peor aún, eléctrica, les recomiendo prestar atención.
En primer lugar, es esencial verificar previamente el funcionamiento de la parrilla. En el caso del medio tambor, asegurarse de que no tenga agujeros por donde se puedan escapar las brasas y, muy importante, que sus patas estén en buen estado para soportar al menos un par de kilos de carne.
En cuanto a la parrilla a gas, es recomendable comprobar que los quemadores estén en funcionamiento correcto, y si se trata de un modelo antiguo con piedras, se sugiere reemplazarlas por unas nuevas. Además, una limpieza general de la parrilla tampoco está de más.
¿Y la parrilla eléctrica? Bueno, verificar que encienda sin problemas y que no haga saltar el automático de la casa o el departamento al encenderla. Otro aspecto útil es dejarla unos minutos a máxima potencia y verificar si sus patas o soporte se calientan demasiado. En caso afirmativo, lo mejor es colocar algo metálico debajo o incluso un par de paños de cocina para evitar dañar la superficie donde estará funcionando.
La clásica parrilla de medio tambor.
¿No disponen de una parrilla? Aún están a tiempo de adquirir una adaptada a sus posibilidades económicas. Es recomendable realizar la compra de manera presencial para evitar contratiempos días antes de las celebraciones patrias, teniendo en cuenta que la mayoría de las parrillas deben ser ensambladas al llegar a casa.
¿No cuentan con presupuesto para invertir? Una solución de emergencia, que nunca falla si disponen de un patio, es hacer uso de la parrilla del horno y, con la ayuda de unos ocho a diez ladrillos, elevarla lo suficiente para hacer las brasas en el suelo. Aunque el parrillero puede resentir un poco la espalda, funciona perfectamente.
Selección de las carnes
Más allá de la diversidad de cortes de carne en el mercado, es fundamental considerar ciertos criterios al elegirlos, incluyendo preferencias personales y el presupuesto disponible. Además de estos aspectos, es necesario tener en cuenta el tipo de parrilla que se utilizará.
Por ejemplo, en una parrilla a carbón amplia y resistente, se pueden asar sin problemas piezas grandes y pesadas que requieran calor bajo y tiempos prolongados de cocción, como costillas de cerdo, asados de tira o punta de ganso. Por otro lado, si se trata de una parrilla a gas, es preferible optar por cortes más pequeños y magros. De esta manera, se pueden cocinar en menos tiempo y se evita que, al caer, las grasas enciendan la parrilla. ¿Qué cortes son recomendables en este último caso? Punta de pierna, pulpa, matambre de cerdo o tapabarriga.
Así es la punta de pierna.
En el caso de una sencilla parrilla eléctrica, no hay que desanimarse, ya que estas son ideales para asar en pocos minutos cortes como la entraña o bifes de lomo liso o vetado. Y si por casualidad llegan filetes de pollo deshuesados, simplemente aliñar y colocar en la parrilla eléctrica. En el caso del pollo, debido a la cantidad de grasa que libera esta carne (a menos que sean filetes), es recomendable cocinar a fuego bajo, en una parrilla a carbón, siempre comenzando por el lado del hueso.
Las carnes frías
Un asado sin embutidos no es un auténtico asado. Independientemente del tipo de parrilla que tengan, es esencial contar con una buena variedad de estos productos, como chorizos, longanizas, prietas, butifarras o chistorras, para la parrillada.
En este caso, la preparación es simple y es válida tanto para carbón, gas y electricidad. Los embutidos se cocinan a fuego lento, por lo que es preferible colocarlos antes que cualquier otra carne. En el caso de la parrilla a carbón, en un área con fuego suave, y en la parrilla a gas o eléctrica, con la potencia casi al mínimo, para marcar los embutidos y luego cocinar lentamente.
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Cabe destacar que no es recomendable manipularlos demasiado ni perforarlos. En caso de ruptura o si empiezan a soltar líquido (que suele ser grasa), es necesario retirarlos inmediatamente de la parrilla, especialmente si es a gas. Una vez que dejen de soltar grasa, pueden regresar al fuego.
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También es importante considerar el grosor del embutido, ya que los más delgados, como chistorras y longanizas, requerirán menos tiempo de cocción en comparación con longanizas y chorizos más gruesos. En cuanto a las prietas, se trata de un producto que simplemente necesita ser calentado a fuego lento, ya que está cocido en su preparación. Por lo tanto, basta con mantenerlo a fuego bajo para alcanzar la temperatura deseada y disfrutarlo. No es necesario exceder el tiempo de cocción para evitar que hierva en su interior.
Hortalizas y papas
Más allá de las bromas sobre que una parrillada perfecta solo incluye carnes, es importante acompañar el asado con papas y verduras. Muchas de estas pueden asarse con excelentes resultados y la ventaja adicional de no utilizar muchos utensilios de cocina, concentrando la preparación en la parrilla misma.
Comencemos con las papas, que quedan deliciosas en la parrilla y solo necesitan ser lavadas (sin pelar), rociadas con sal y envueltas en papel de aluminio húmedo, para luego colocarlas en la parrilla. A mayor tamaño, mayor tiempo de cocción, por lo que se sugiere ponerlas al principio junto con los embutidos y verificar su textura. Esto se puede hacer en parrillas a gas y carbón; estas últimas, para ahorrar espacio, pueden incluso disponerse entre las brasas. En aproximadamente media hora estarán listas.
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En el caso de la parrilla eléctrica, también es posible cocinar papas, aunque requerirán más tiempo. Por eso, se aconseja cortarlas por la mitad y envolverlas en papel de aluminio. Para darles más sabor, antes de envolverlas, se puede añadir un poco de pimienta negra y un chorrito de aceite de oliva.
Para las hortalizas, como cebolla, pimiento o berenjena, es sencillo asarlas en la parrilla. Basta con no cortarlas más pequeñas que los espacios de la parrilla, sazonar, agregar un poco de aceite de oliva y listo. También existen contenedores metálicos donde se pueden colocar y llevar al fuego sin riesgo de que se caigan. Por lo general, se cocinan más rápido que la carne, por lo que se recomienda colocarlas al final y se pueden asar sin problemas tanto en carbón, gas e incluso en la parrilla eléctrica.
Bebidas para acompañar
Existe la creencia de que durante un asado, se debe incrementar el alcohol consumido de forma progresiva y no al revés, ya que esto sería perjudicial para el organismo. Algunos optan por comenzar con cerveza, luego pasar al vino tinto con la carne y finalizar con piscolas u otra bebida destilada a elección.
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Aunque muchas personas siguen este patrón, la verdad es que el orden y la graduación alcohólica no son determinantes, por lo que pueden elegir libremente cómo consumir estas bebidas, siempre de manera responsable. En cuanto a la carne, generalmente se acompaña con vino tinto, pero hay quienes prefieren cerveza o se deciden por licores durante todo el evento. Por lo tanto, es recomendable conocer los hábitos de consumo de los invitados al asado y abastecerse en función de estos. Por supuesto, es preferible contar con suficiente cantidad, ya que en un asado chileno, la bebida es parte esencial de la celebración.
¿Otras opciones de carne?
Hasta ahora hemos mencionado principalmente carne de vacuno, pollo y embutidos, junto con verduras y papas. Sin embargo, también es posible cocinar en la parrilla otras carnes menos comunes y no siempre del agrado de todos, como cabrito o cordero.
No obstante, la carne de cerdo es una opción muy popular y económica en los hogares chilenos. Fácilmente disponible en supermercados y carnicerías, el costillar es la estrella indiscutible para la parrilla, especialmente a carbón. Sin embargo, la paleta y la pulpa funcionan bien con cualquier tipo de combustible, al igual que las chuletas magras para la parrilla eléctrica. En resumen, no subestimen la carne de cerdo.