Cristóbal Osorio sobre la reciente candidatura de Bachelet
La ex presidenta Michelle Bachelet ha vuelto a convertirse en una figura central para la izquierda, pero enfrenta tres desafíos que deberá superar para ser su líder principal.
1. Considerar una candidatura presidencial: La encuesta CEP reciente la sitúa como la figura con mayor aprobación positiva (45%), solo después de Evelyn Matthei (47%), y otras encuestas sugieren que es la opción más fuerte del progresismo para enfrentar a una derecha confiada en ganar las elecciones presidenciales de 2025.
Bachelet mantiene aún en secreto su decisión sobre lanzarse a una tercera campaña presidencial, a diferencia de 2013, cuando ya había decidido y solo esperaba el momento adecuado. Ahora no tiene ninguna garantía de victoria y parece que tampoco el deseo de sumergirse en una campaña anticipada como conflictiva. Todo esto requerirá demostrar que sus políticas pasadas fueron efectivas y que ha aprendido de sus errores.
2. Internacionalizar su carrera sin perder de vista lo nacional: La ex mandataria tiene otros caminos que podrían resultarle más atractivos personalmente. Destaca la posibilidad de ser secretaria general de la ONU en 2026, reemplazando a António Guterres, un cargo para el cual está bien posicionada gracias a su experiencia como Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU y su habilidad en política internacional.
Horizonte Ciudadano, una de sus fundaciones, es posiblemente parte de esta estrategia internacional. En esta, Bachelet buscará establecer una base de propuestas de seguridad para los candidatos municipales de su sector. El informe titulado ‘Herramientas para la gestión local: propuestas de acción desde la centroizquierda y el progresismo’ se centra en la inclusión de migrantes, la colaboración con Gendarmería y el apoyo a las víctimas.
El tema de ‘inclusión de migrantes’ puede no ser muy popular electoralmente, pero es crucial para la ONU, que le da mucha importancia a este asunto. Quizás Bachelet esté también pensando en una campaña, pero con miras a la ONU y sus intereses globales.
Desafíos Internos y Liderazgo Político
3. Coordinar una coalición política, sin mucho margen para declinar: El progresismo necesita urgentemente movilizar a una figura que impulse una discusión política, doctrinaria y programática capaz de transformar la actual convivencia de fuerzas oficialistas en una coalición sólida que ofrezca una ruta política clara para el país, con un enfoque riguroso hacia la migración ilegal.
Bachelet es la única que puede tender puentes entre el PC, el FA, el PS, el PPD e incluso la DC, dadas sus credenciales de moderación e inclusión a lo largo de su carrera. La crisis en Venezuela representa una gran oportunidad para que Bachelet lidere tanto el debate interno como para posicionarse como líder mundial al buscar una solución pacífica y efectiva para el país sudamericano, cerrando así también el flujo migratorio.
No se trata solo de una oportunidad, sino de un camino inevitable. La ex presidenta está en el momento y el lugar exacto para articular esta discusión crucial, de la que depende el futuro de las izquierdas en Chile y América Latina. Sus conexiones con Gabriel Boric, Lula da Silva y otros actores nacionales hacen imperativo que no decline este reto.
Este es solo el comienzo.
Por Cristóbal Osorio, abogado.