Opinión de Mauricio Sepúlveda: ¿Es nuestro derecho acceder a nuestros datos personales?
En el contexto actual de la tecnología digital, las aplicaciones juegan un rol crucial en nuestras vidas diarias. Estas recopilan datos masivos sobre nuestras actividades cotidianas, lo cual genera preocupación debido a la carencia de normas que obliguen a compartir esta información de manera abierta, gratuita y periódica. Establecer una regulación que fuerce a las empresas a hacerlo es esencial.
Adicionalmente, resulta indispensable para garantizar la claridad y el conocimiento. Tener acceso a dichos datos nos permitiría entender mejor cómo se manejan y cuál es su impacto social. Esta transparencia es vital para tomar decisiones informadas respecto al uso de estas herramientas y para exigir responsabilidades a las compañías involucradas.
Otro punto importante es el impulso a la innovación. Compartir estos datos puede facilitar la creación de nuevos productos y servicios. Investigadores, emprendedores y otros actores tendrían la oportunidad de utilizar esta información para desarrollar soluciones que beneficien a toda la sociedad.
Beneficios del acceso a datos personales
Por otro lado, el acceso a datos masivos ayuda a mitigar la discriminación algorítmica. Los datos agregados pueden desvelar sesgos en los algoritmos de las aplicaciones, permitiendo identificar y corregir posibles desigualdades en las decisiones automatizadas.
Además, empoderar al usuario es un motivo fundamental: Acceder a nuestros propios datos masivos nos otorga un mayor control sobre su uso y nos permite tomar decisiones más informadas respecto a nuestra privacidad.
Un ejemplo evidente de por qué es importante compartir estos datos lo vemos en las aplicaciones de transporte. Si tuviéramos acceso a patrones de movilidad agregados, podríamos mejorar la planificación urbana, optimizar el transporte público y disminuir la congestión vehicular. Lo mismo aplica a aplicaciones de reservas, donde esta información macro podría ser utilizada para analizar el comportamiento del turista, entre otras muchas aplicaciones.
Finalmente, la falta de normativas en este campo ha permitido que las empresas tecnológicas acumulen sin restricciones una enorme cantidad de información valiosa. Es necesario un cambio. Forzar a las aplicaciones a compartir nuestros datos agregados de manera gratuita y periódica es un paso esencial para asegurar la transparencia, impulsar la innovación, proteger a los usuarios y fomentar una sociedad más justa y equitativa.