Matías Concha: Reflexiones sobre la era del cómo
Reflexiones sobre la era del cambio
En la antigüedad, Séneca afirmaba que aquel que no tiene claro su destino nunca encontrará un camino favorable. Durante años hemos sido testigos de debates interminables y divergencias en un ciclo marcado por rechazos plebiscitarios y escasos acuerdos significativos. Tras la tormenta de opiniones encontradas, parece surgir una corriente común que indica la necesidad de avanzar juntos hacia soluciones concretas, en lugar de aferrarse a convicciones.
Se ha intentado priorizar temas que beneficien a ciertos sectores o grupos, pero al marginar a la mayoría, se crea un vacío que tarde o temprano es ocupado por asuntos de importancia general. En este contexto, la seguridad se consolida como un tema relevante, junto con la urgente necesidad de mejorar la situación económica a través de mayores inversiones, crecimiento y una revisión de los procedimientos burocráticos. Este consenso emergente representa un cambio significativo en la escena política chilena de los últimos años.
Tras un período de diálogo complicado y marcado por la desconfianza, la retórica estridente desplazó a los temas técnicos, dejándonos con expectativas frustradas. Sin embargo, esta era de disonancia temática parece evolucionar lentamente hacia un momento en el que los temas prioritarios no se fragmentan, sino que se vuelven comunes, aunque persisten desconfianzas y discrepancias ideológicas. Esta nueva etapa puede considerarse como la “era de la acción”, en la que diversas posturas convergen en la importancia de los mismos temas, pero la clave reside en su implementación efectiva para marcar la pauta.
En un contexto de fragmentación política, es previsible que la búsqueda de soluciones tarde en llegar, pero es crucial prestar atención a tres escenarios que deberían desarrollarse en paralelo para promover el cambio.
En primer lugar, aquellas regiones o sectores que cuenten con las recetas más eficaces para implementar soluciones podrán servir de ejemplo e inspirar a los demás. Muchos desafíos en términos de seguridad, medio ambiente e inversión podrían abordarse con una gestión más eficiente, y cada región tiene el potencial de marcar la diferencia con su enfoque claro y sus acciones concretas.
Otros puntos de vista
Por otro lado, se observa la necesidad de establecer instituciones estatales con propósitos claros y garantías de imparcialidad, como sugiere la propuesta de una nueva gobernanza autónoma para servicios críticos como el Servicio de Impuestos Internos (SII) y el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
Además, las “mesas técnicas” han resurgido en temas cruciales como la seguridad social o la pacificación de conflictos territoriales, generando acuerdos que lentamente van consolidando una voz unitaria.
En resumen, hemos dejado atrás una era de caos en la que las demandas y opiniones dispersas dificultaban la orientación, poniendo en duda la pericia y la experiencia para encontrar soluciones efectivas. Ahora, parece que nos adentramos en un período en el que las corrientes favorables guían el rumbo e indican las prioridades a seguir.
En contraste con épocas en las que las distintas prioridades entorpecían el diálogo, hoy en día los temas clave son reconocidos en el discurso político, aunque las diversas convicciones presentes demandan un enfoque sobre el “cómo” abordarlos, como la clave para superar la desconfianza y demostrar habilidades prácticas y conectadas que permitan llevar a cabo las soluciones de manera efectiva.