El PC y PS reafirman vigencia de demanda por nueva Constitución tras dos años del rechazo del Apruebo
El compromiso por una nueva Constitución sigue latente
Las principales agrupaciones de izquierda se encontraron en una conmemoración especial, recordando el triunfo del expresidente Salvador Allende hace 54 años en las elecciones presidenciales de 1970. En un ambiente impregnado de emoción, el Partido Comunista y el Partido Socialista reflexionaron sobre las demandas surgidas tras el estallido social, dos años después de que se rechazara la opción del Apruebo, que buscaba establecer una nueva Constitución para abordar dichas reivindicaciones.
Por otro lado, la oposición resaltó la victoria del Rechazo y tildó el segundo proyecto de Carta Magna como un plan “desquiciado”, que buscaba distorsionar el verdadero sentido de la nación. Sin embargo, el PC y el PS reiteraron que la urgencia de una nueva Constitución sigue intacta.
El líder comunista, Lautaro Carmona, expresó que se produjo un malentendido que derivó en una propuesta tergiversada, llena de distorsiones y desacreditada por aquellos que velaban por sus propios intereses.
En esa línea, agregó: “Erran aquellos que creen que eso marcó el fin de un camino en el cual se defendía la democracia y la justicia social. Estos principios, que fueron debatidos y que abogaban por el derecho de los trabajadores, un salario digno, acceso a la salud, educación, vivienda y una convivencia segura, junto con una política de seguridad pública que garantice esta coexistencia, deben persistir si no son respaldados con políticas públicas de alcance nacional”.
Tras el rechazo, la persistencia por el cambio constitucional
El líder del PC enfatizó que estas peticiones deben ser reformuladas desde una perspectiva que conciba una Constitución y normas de juego diferentes.
Un discurso similar promovió la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, que frente al monumento de Allende en la Plaza de Constitución, destacó: “Reiteramos el llamado a la unidad para enfrentar a esta derecha negacionista, que burla el proceso constituyente de hace dos años. Si bien es cierto que se introdujeron temas que no conectaron con la ciudadanía, también es cierto que seguimos bajo una Constitución impuesta en la dictadura y posteriormente modificada de manera significativa por el presidente Ricardo Lagos, pero que no consagra un Estado social y democrático de derechos, lo cual es el objetivo de los socialistas y de la izquierda en general”.
Vodanovic criticó las celebraciones de la oposición señalando: “Deben inventar eventos para tapar el escándalo del caso Hermosillas, donde los implicados en delitos eran cercanos al presidente Piñera, como el exministro Chadwick o el exministro Ward”.
Agregó que se trató de “un proceso constituyente con un alto índice de rechazo debido a la falta de conexión de las medidas propuestas en el proyecto constitucional, pero ello no significa que la población no anhelara un cambio en la Constitución”.