Columna de opinión de ascanio cavallo sobre elecciones y tun tun
Análisis de experto sobre crisis electoral en Venezuela
El ex mandatario brasilero, Luiz Inácio Lula da Silva, ha estado evaluando distintas salidas a la crisis desatada por las irregularidades en las elecciones venezolanas lideradas por Nicolás Maduro. Según fuentes diplomáticas, quedan dos posibilidades sobre la mesa: repetir los comicios del pasado 28 de julio o establecer un gobierno provisional de unidad que involucre a partidos tanto de la oposición como del gobierno.
Recientemente se ha descartado la opción de formar un gobierno de unidad, ya que tanto la oposición como el gobierno rechazan esta propuesta al considerar que no beneficiaría a ninguna de las partes y podría intensificar los conflictos existentes.
La repetición de las elecciones se plantea como una oportunidad para obligar a Maduro a reconocer su minoría, bajo supervisión internacional. En esta iniciativa, Lula cuenta con el respaldo del presidente colombiano, Gustavo Petro. Sin embargo, el apoyo de Andrés Manuel López Obrador, ex presidente de México, que inicialmente respaldó la propuesta, fue retirado públicamente en nombre del principio de no intervención.
La repetición de elecciones solo sería justificada si se hubieran producido graves disturbios durante los comicios que dificultaran el proceso de votación. En el caso de Venezuela, aunque se desarrollaron en un ambiente tenso, no hubo alteraciones significativas del orden público. El régimen de Maduro interrumpió la comunicación entre las mesas electorales y el centro de recuento de votos, impidiendo la verificación de los resultados y generando un escrutinio poco fiable y poco transparente.
Ante la ausencia de las actas de votación, Lula es consciente de las dificultades para validar el proceso electoral en Venezuela. El ex presidente brasilero reconoce que el sistema político venezolano está marcado por una “revolución interna” que ha generado numerosos exiliados.
Operación Tun Tun y restricciones a la supervisión internacional
Como respuesta a las presiones internacionales, Maduro ha lanzado la “Operación Tun Tun”, una serie de arrestos selectivos de opositores con el objetivo de silenciar las críticas y amedrentar a la población. Además, el régimen venezolano ha obstaculizado la presencia de observadores internacionales, expulsando a visitantes independientes y cerrando fronteras en torno a los procesos electorales.
Estas acciones contravienen el Acuerdo de Barbados, suscrito anteriormente por distintos países y organismos, que establece condiciones para la transparencia en las elecciones. La negativa de Maduro a permitir la supervisión externa pone en entredicho la legitimidad de las futuras elecciones en Venezuela.
Consecuencias políticas y críticas a las iniciativas de Lula
Las gestiones de Lula reflejan una pérdida de liderazgo de Brasil en la región, y sus acciones son interpretadas como una falta de discernimiento al no apartarse de regímenes autoritarios. Al parecer, el presidente brasilero no considera la resistencia del régimen de Maduro en ceder el poder y la estabilidad política a cualquier costo.
La posibilidad de ofrecer garantías a los dirigentes venezolanos para una transición pacífica es cuestionada, considerando que la historia regional no favorece la impunidad de ex gobernantes. La reticencia de Maduro y su entorno a renunciar al poder sugiere una resistencia férrea a cualquier tipo de acuerdo.
Ante este panorama, las propuestas de Lula para resolver la crisis electoral en Venezuela pueden resultar insuficientes y poco efectivas, ya que se enfrentan a una situación donde el régimen oficial busca mantener el control a toda costa, sin considerar el costo político ni el respeto a los principios democráticos internacionales.