Susan Segal y la situación crítica en Venezuela
Por Susan Segal, presidenta y directora ejecutiva de Americas Society/Council of the Americas.
Una situación alarmante para Venezuela y Latinoamérica
El actual panorama en Venezuela es desgarrador tanto para el país como para la región. Desafortunadamente, los gobiernos, sin importar su orientación política, no están protegiendo la democracia.
Hace más de cuatro décadas, inicié mi carrera y mi interés por América Latina en Venezuela. En ese entonces, el país era seguro, democrático y próspero. Hoy, la realidad es completamente diferente: los deseos de los ciudadanos expresados en las urnas están siendo desestimados.
Más de ocho millones de personas han dejado Venezuela, y se estima que, debido a los resultados de las elecciones, otros cuatro millones más emigrarán. Estas personas buscan trabajo, atención médica básica, educación para sus hijos, así como alimentos y agua potable. Cosas esenciales que muchos damos por hecho en nuestras agendas cotidianas.
La represión contra la oposición
Los dirigentes de la oposición han sido arrestados, torturados y prácticamente exiliados. Ahora, el régimen de Maduro está acusando a María Corina Machado de sabotaje electoral. Es evidente que la oposición iba a triunfar en las elecciones, y de hecho lo hizo. Sin embargo, el Presidente Maduro y otros miembros del régimen se rehúsan a reconocer el resultado. Si las encuestas no hubieran sido tan claramente favorables para la oposición, es probable que el gobierno de Maduro hubiera permitido la presencia de observadores internacionales, incluidos expresidentes del continente. ¿Nadie se percató de que Alberto Fernández, el expresidente de Argentina, fue desinvitado como observador cuando expresó que respetaría los verdaderos resultados electorales y la voluntad del pueblo?
Actualmentem, los ciudadanos están protestando en las calles debido al desenlace de las elecciones. Parece que tienen más conocimiento del que el mundo está dispuesto a admitir. Ellos saben perfectamente por quién votaron. ¿Cuántos más deberán morir o ser encarcelados antes de que todos nos unamos en defensa de la democracia?
El pueblo venezolano merece algo mejor, y nosotros, las democracias del hemisferio, debemos respaldarlos en su lucha.