Informe crucial de la ONU sobre elecciones en Venezuela que provocó la furia del gobierno de Maduro

Este martes, la Secretaría General de las Naciones Unidas divulgó un informe preliminar que concluye que las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela “no cumplieron con las normas básicas de transparencia e integridad” que, según la ONU, son “esenciales para que las elecciones sean creíbles”. Este reporte desató la ira del régimen de Nicolás Maduro, quien, a través del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, calificó a los expertos electorales de la ONU como “basura”. Incluso, Rodríguez propuso modificar las leyes electorales para prohibir la observación internacional.

La razón de la indignación de Rodríguez se debe a que, además de cuestionar la transparencia del proceso electoral, el dirigente chavista criticó a la ONU por publicar el informe que, según él, debía ser conocido solo por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela y el secretario general de la ONU, António Guterres.

Detalles del Informe de la ONU

“Están diciendo toda clase de barbaridades sin pruebas, sin ningún tipo de evidencia, sin nada, porque vinieron aquí a dañar, a agredir”, dijo Rodríguez. “Ese panel de expertos es un grupo de basura sin palabra, porque firmaron diciendo que el informe sería privado y conocido solo por el poder electoral de Venezuela y el secretario general de la ONU, y hoy anuncian que lo harán público”, añadió.

En efecto, este martes la ONU hizo público un documento interno del panel de expertos de la ONU en el que se detallan 16 puntos sobre su misión en Venezuela. Los expertos recuerdan que fueron invitados por el CNE en el contexto del Acuerdo de Barbados de octubre de 2023. Los cuatro expertos electorales estuvieron en Venezuela desde finales de junio hasta el 2 de agosto de 2024 para monitorear las elecciones presidenciales. “Su objetivo era observar el proceso electoral y reportar internamente al Secretario General de la ONU, además de ofrecer recomendaciones para futuras mejoras. El Grupo no era una misión de observación y, a diferencia de estas, no fue creado para emitir un juicio público sobre el resultado de las elecciones”, señala el informe.

Críticas desde el Gobierno de Maduro

El panel de expertos denuncia en sus conclusiones preliminares que el período preelectoral estuvo marcado por “constantes restricciones al espacio cívico y político”. “La campaña del gobierno dominó los medios de comunicación estatales, con acceso muy limitado para los candidatos de la oposición. Además, se mantuvieron restricciones al derecho de postularse a cargos públicos para varias figuras políticas destacadas”, detalla el informe.

Aunque los expertos resaltan que las elecciones del 28 de julio “se llevaron a cabo en un ambiente mayoritariamente pacífico y estuvieron bien organizadas logísticamente” y que el CNE “pudo detectar y solucionar rápidamente” la mayoría de los fallos técnicos menores reportados durante la jornada, también mencionan los problemas que surgieron posteriormente con la transmisión digital de los resultados desde cada máquina de votación al centro principal de escrutinio del CNE.

Problemas en la Transmisión de Resultados

“Parece que la transmisión electrónica de los resultados funcionó bien al principio, pero hubo una interrupción abrupta horas después del cierre de los centros de votación, sin información o explicación a los candidatos ni al panel”, se lee en el reporte. Y agrega: “Al anunciar los resultados, el presidente del CNE afirmó que un ciberataque terrorista afectó la transmisión y retrasó el proceso de escrutinio. Sin embargo, el CNE pospuso y luego canceló tres auditorías postelectorales clave, incluida una sobre el sistema de comunicación que podría haber esclarecido la ocurrencia de ataques externos a la infraestructura de transmisión”.

A pesar de estos problemas, el 2 de agosto, el CNE confirmó a Maduro como ganador con 6.408.844 votos (51,95 %), seguido del candidato opositor Edmundo González con 5.326.104 sufragios (43,18 %), basándose en lo que dijeron que era el 96,97 % de los resultados. “Los anuncios de resultados consistieron en comunicaciones orales sin respaldo gráfico. El CNE no publicó, y aún no ha publicado, ningún resultado (o resultados desglosados por mesa de votación), para apoyar sus anuncios orales como lo establece el marco legal para las elecciones”, enfatiza el panel de la ONU.

Otras Observaciones del Informe

Los expertos también señalan que el CNE había establecido mecanismos para la producción de actas impresas de los resultados, a nivel de los centros de votación. “Estas actas impresas eran una salvaguarda clave de la transparencia (es decir, un rastro de papel), con varias características de seguridad, como códigos QR y firmas digitales únicas, así como firmas físicas de funcionarios y agentes. Estas características de seguridad, en su conjunto, parecen ser muy difíciles de falsificar. El marco legal estipulaba que cada acta impresa original debía ser sellada y resguardada por personal militar”, detallan.

Aunque se debían distribuir copias de las actas a los funcionarios de las mesas electorales, a los agentes de los partidos y a los observadores acreditados, “el panel recibió varios informes de que se había impedido a los agentes de los partidos de oposición obtener dichas copias. Además, a pesar de las garantías de que lo haría, el CNE no ha publicado estas actas de resultados”.

Reacciones de la Oposición y el Panel de la ONU

La alianza opositora ha publicado en una página web—que está siendo investigada por la Fiscalía venezolana—más del 80 % de las actas electorales. Según la coalición, estas actas confirmarían que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó con más del 67 % de los votos.

“En resumen, el proceso de gestión de resultados del CNE no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para la celebración de elecciones creíbles. No siguió las disposiciones legales y reglamentarias nacionales y no se cumplieron todos los plazos estipulados”, se lee en el informe de la ONU. “Según la experiencia del panel, el anuncio de un resultado electoral sin la publicación de sus detalles o la entrega de los resultados tabulados a los candidatos no tiene precedentes en las elecciones democráticas contemporáneas. Esto tuvo un impacto negativo en la confianza en el resultado anunciado por el CNE entre una gran parte del electorado venezolano”, añade.

Acciones Posteriores de Maduro

Al final del informe, los expertos señalan que, el 31 de julio, Maduro presentó una denuncia ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, solicitando aparentemente una revisión del proceso y una verificación de los resultados. Si bien la Sala Electoral confirmó haber recibido del CNE las actas de resultados y demás documentación solicitada y anunció que procederían con un proceso de verificación pericial de la documentación presentada, “hasta la fecha no hay información detallada disponible sobre cómo se realizará esta evaluación”.

A pesar de mantener un “diálogo constructivo e intercambios positivos” con el CNE hasta el cierre de las urnas el 28 de julio, los expertos de la ONU aseguran que después de ese momento, “lamentablemente—y a pesar de una solicitud enviada por nota verbal—el panel no pudo reunirse con la Junta Directiva del CNE antes de su partida”.

Defensa del Gobierno Venezolano

Tras la publicación del informe de la ONU, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela emitió un comunicado donde acusó a la organización internacional de difundir “mentiras”. “La opinión emitida en su irresponsable escrito no es más que un acto de propaganda que sirve a los intereses golpistas de la ultraderecha venezolana, con los cuales interactuaron constantemente antes, durante y después de las referidas elecciones”, expresa el texto.

“Representa un absoluto acto imprudente que mina la confianza en los mecanismos diseñados para la cooperación y asistencia técnica”, continúa la declaración, calificando a los integrantes del panel como “falsos expertos”.

Acusaciones Contra la Observación Internacional

En su comunicado, la Cancillería resalta que, durante su estancia en Venezuela, los miembros del panel “tuvieron frecuentes contactos directos, vía telefónica y a través de videoconferencias, con funcionarios del Departamento de EE.UU.”, un hecho que, según activistas de derechos humanos, podría sugerir que las comunicaciones de los expertos fueron vigiladas. El gobierno venezolano afirmó no tener dudas de que el informe preliminar del panel es producto de “instrucciones hostiles” provenientes del Departamento de Estado.

En este contexto, Jorge Rodríguez propuso reformar las leyes electorales para prohibir la participación de observadores internacionales en las elecciones del país. “Hagamos una reforma de las leyes electorales para que nunca más ningún extranjero venga a tomar decisiones sobre nada que tenga que ver con las elecciones de Venezuela”, proclamó en una sesión ordinaria en el Parlamento venezolano.

“¿Por qué tienen que venir, en qué se basan, qué tipo de capacidad tienen?”, cuestionó el presidente de la Asamblea Nacional.