Estado del clima en chile para agosto y septiembre
De acuerdo con los últimos informes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés), hay un 70% de posibilidades de que La Niña se presente en agosto.
Este fenómeno climático, que tendrá un impacto directo en Chile, podría confirmarse en los próximos días.
Perspectivas del Fenómeno de La Niña: pronóstico del tiempo para agosto, septiembre y octubre en Chile
Un informe reciente de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) proporciona detalles sobre el clima para agosto, septiembre y octubre, los meses en los que probablemente La Niña hará su aparición y se desarrollará en el país.
En términos de precipitaciones, el reporte indica que en general, el país tiene mayores probabilidades de experimentar condiciones por debajo del promedio. Además, habrá una mayor variabilidad térmica, con máximas superiores a lo normal y mínimas por debajo del promedio, especialmente en la zona central.
El documento de la DMC señala que, a solo un mes del final del invierno meteorológico, esta proyección sobre lluvias se extiende desde la Región de Coquimbo hasta una parte de la Región de Los Lagos.
En cuanto a las temperaturas, el informe destaca que desde el extremo norte hasta el sur de Chile, estas estarán por encima de lo normal. Las mínimas, en ambos extremos, también serán superiores al promedio, pero en la zona central y centro-sur, estarán por debajo del promedio.
Es probable que las abundantes lluvias de junio fueran el último vestigio de El Niño, mientras que los días secos vividos en julio, uno de los meses más lluviosos del año, “puede que estén influenciados por el desarrollo de La Niña en el Pacífico Tropical”, asegura Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago.
Para que se declare oficialmente La Niña, las temperaturas en el Pacífico Central deben permanecer al menos 0,5°C por debajo de lo normal durante tres meses consecutivos, algo que es probable que ocurra en las próximas semanas.
La Niña podría traer de nuevo los días secos a la capital. Crédito: Aton Chile
“La Niña no favorece las precipitaciones en la zona central del país, por lo que es probable que las lluvias en el segundo semestre sean significativamente menores que las registradas en el primer semestre de este año”, añade Cordero.
Pronóstico del tiempo: julio terminó sin lluvias y agosto comenzará con un sistema frontal
Después de un julio completamente atípico, que por primera vez desde que hay registros no tuvo precipitaciones en Santiago, agosto empezará de manera totalmente opuesta.
El octavo mes del año experimentará un fuerte sistema frontal, con lluvias que comenzarían el jueves por la noche, continuarían el viernes casi todo el día y se extenderían hasta la madrugada del sábado, alcanzando hasta 50 mm en la capital.
El nuevo sistema frontal, que afectará desde la región de Atacama hasta el Bío-Bío, traerá lluvias que en algunas áreas podrían llegar a 100 milímetros y nevadas con acumulaciones de hasta dos metros en la cordillera, ya que la isoterma cero estará entre los 2000 y 2500 metros aproximadamente.
Además, el fenómeno estará acompañado por fuertes ráfagas de viento del noroeste, debido a una baja presión, que podrían alcanzar hasta 100 km/h en algunos puntos del país.
Andrés Mondaca, meteorólogo de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), indica que el jueves el sistema frontal se moverá hacia el norte con vientos cercanos a 70 km/h. “El viernes entrará a la Región Metropolitana, alcanzando su mayor intensidad en la madrugada y la mañana de ese día”.
“Posteriormente, las lluvias continuarán pero serán más intermitentes y se debilitarán. Se espera que en la Región Metropolitana se registren entre 30 y 50 mm en el centro, y entre 40 y 60 mm en las zonas precordilleranas. Los vientos serán de 30 km/h, y en la precordillera de 50 km/h. En zonas cordilleranas podrían llegar hasta 90 km/h”, detalla el meteorólogo.
El evento climático está asociado a un río atmosférico de categoría tres a cuatro (cinco es el nivel máximo), y a las características típicas del invierno y de un clima mediterráneo.