Estudio revela disminución en diferencias educativas
Resultados de la evaluación educativa en Chile
En el mes de marzo de este año, se hicieron públicos los resultados de la prueba Simce 2023 por el Ministerio de Educación. Estos datos mostraron un aumento general en los puntajes en las pruebas de Lenguaje y Matemática en comparación con el periodo de la pandemia. Entre otras cosas, se destacó que los grupos socioeconómicos de nivel bajo y medio bajo fueron los que incrementaron más sus promedios de puntaje, subiendo ambos en 9 puntos.
Además, el centro de incidencia pública Pivotes llevó a cabo un análisis sobre la evolución del sistema educativo chileno en las últimas dos décadas, centrado en los resultados del Simce de cuarto básico desde el año 2002 hasta la actualidad, siendo esta la prueba de mayor antigüedad.
Según el estudio, se ha observado un incremento en la calidad educativa y una reducción en la brecha de rendimiento académico entre los diferentes grupos socioeconómicos extremos en base a los puntajes obtenidos en el Simce por los estudiantes de enseñanza básica.
Bajo el título “Fortalecimiento de la educación escolar”, se destaca que los puntajes promedio de los grupos socioeconómicos más vulnerables han reducido sus diferencias de rendimiento académico entre los años 2002 y 2023. Esta disminución de la brecha también se ha observado en el grupo socioeconómico más favorecido.
En términos concretos, el estudio señala que la brecha de puntajes entre el grupo socioeconómico alto y los grupos bajo, medio bajo y medio se ha reducido significativamente desde 2002 a 2023, lo que indica un avance en la movilidad social a través del sistema escolar.
Por ejemplo, en la última evaluación Simce, los puntajes promedio de los estudiantes de cuarto básico de los cinco grupos socioeconómicos fueron los siguientes: GSE bajo obtuvo 244 puntos, GSE medio bajo 253, GSE medio 263, GSE medio alto 275 y GSE Alto 297. Esto revela una diferencia de 53 puntos en los puntajes entre el grupo GSE bajo y alto.
Se plantea la interrogante acerca de si la reducción de la brecha se debe a un aumento en los puntajes de los grupos más desfavorecidos o a una disminución en los grupos más altos en el espectro socioeconómico.
En respuesta a estos cuestionamientos, Elisa Cabezón, una de las autoras del estudio y directora de Evidencia de Pivotes, explica que la reducción de estas brechas se debe principalmente a mejoras significativas en los puntajes de los grupos más vulnerables, mientras que el rendimiento académico del grupo socioeconómico alto no ha variado de manera significativa en este periodo.
Evolución de la cobertura escolar y desafíos pendientes
Además de lo anterior, se destaca el aumento exitoso en la cobertura escolar, que ha sido evaluado a través de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen). Se observó que en 1990 solo un 53% de los niños entre 6 y 19 años asistían a clases, cifra que para el año 2022 aumentó al 97%, liderado principalmente por los establecimientos particulares subvencionados.
A pesar de estos avances, persiste una diferencia significativa entre los estudiantes pertenecientes al grupo socioeconómico bajo y alto. La directora de Evidencia de Pivotes subraya la segregación existente en el sistema educativo chileno, donde la demanda de educación de los estudiantes de menor nivel socioeconómico tiende a ser cubierta mayormente por los establecimientos estatales. Aunque se han reducido las brechas de rendimiento académico, estas aún se mantienen en niveles elevados.
En este contexto, se enfatiza la necesidad de mejorar la educación en los establecimientos estatales que atienden a los sectores más vulnerables. Se propone que los mejores administradores, ya sean estatales o privados, puedan gestionar la educación pública a través de una administración delegada para que los entes de alto rendimiento asuman la responsabilidad de ciertos establecimientos.
Por último, el estudio hace hincapié en el aumento de la cobertura escolar a lo largo de los años, acompañado de un incremento en la subvención por estudiante. Si en 2005 la subvención mensual promedio por estudiante era de $96,236, en 2023 este monto se elevó a $211,288 (ajustado por inflación y expresado en valores de 2024). Se destaca que el monto de la subvención es mayor para los grupos socioeconómicos más bajos, reflejando el mayor desafío educativo que enfrentan.
En resumen, el estudio plantea la necesidad de involucrar a los mejores gestores, tanto privados como estatales, en la educación escolar dentro de un marco regulador transparente y exigente para lograr mejoras sustanciales en la calidad educativa.