Noaa eleva riesgo de presencia de la niña
Cambio de escenario climático: NOAA alerta sobre posible presencia de La Niña
En mayo, la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) anunció el final de El Niño y comenzó a advertir sobre la aproximación de su opuesto: La Niña.
Inicialmente, se estimaba un 60% de posibilidades de que el fenómeno se desarrollara a mediados de año.
Con el transcurrir de los meses, esta situación varió. Para agosto, se pospuso la llegada pronosticada de La Niña a septiembre, elevando las probabilidades al 66% y sugiriendo que podría hacerse presente entre septiembre y noviembre.
Recientemente, la NOAA incrementó nuevamente las perspectivas con respecto a este fenómeno climático, al publicar su informe mensual. En él, se afirma que se espera la llegada de La Niña entre septiembre y noviembre, con un 71% de probabilidad, extendiéndose hasta enero-marzo de 2025.
La presencia de La Niña podría ocasionar períodos de sequía en diversas regiones, incluyendo Chile.
Raúl Cordero, experto en climatología de la Universidad de Santiago, señala que La Niña conlleva la posibilidad de sequías, motivo por el cual se observa una disminución de las precipitaciones en Chile en los últimos meses. Aunque su influencia aún no es predominante, el progreso de La Niña contribuye al descenso de las lluvias registradas en el país.
Impacto global de La Niña en el clima
En el ámbito del océano Pacífico, La Niña provoca descensos en las temperaturas superficiales en su zona central y oriental, generando vientos más intensos en diversas altitudes, así como aumentos en las precipitaciones sobre Indonesia y regiones adyacentes.
No obstante, para Chile, este fenómeno climático se relaciona con una disminución en las lluvias, inviernos más fríos y veranos menos calurosos.
De acuerdo con la NOAA, existe una probabilidad del 20% de que La Niña no se manifieste y se prolonguen las condiciones neutras durante el invierno, lo que afectaría las previsiones climáticas. Aunque este escenario es poco probable, no se descarta del todo. Si las condiciones neutras persisten, se desestimarían las esperadas modificaciones climáticas asociadas a La Niña.
La influencia de La Niña en Chile
Según Cordero, en la región central de Chile, La Niña impacta principalmente en dos aspectos: moderación de las temperaturas, evitando extremos de calor, y reducción de las precipitaciones, provocando períodos secos de manera generalizada.
Este fenómeno también podría prevenir el establecimiento de registros climáticos negativos, actuando como regulador térmico y de lluvias en la región. La evolución tardía de La Niña ha contribuido a mantener las precipitaciones cercanas a los valores habituales durante el primer semestre del año en diferentes zonas del país.
La llegada de La Niña y sus efectos dependerán de la intensidad, duración y contexto estacional en el que se desarrolle, así como de su interacción con otros factores climáticos. En muchos lugares, especialmente en áreas tropicales, La Niña provoca efectos climáticos opuestos a los provocados por El Niño.
Es importante recordar que los fenómenos naturales como El Niño se presentan en un contexto de cambio climático global, que influye en el aumento de temperaturas a nivel mundial, intensifica eventos climáticos y modifica los patrones estacionales de temperatura y lluvia, generando escenarios cada vez más extremos.
Tras un periodo intenso de El Niño, es común que se establezcan condiciones propias de La Niña, y los modelos de predicción actuales coinciden con esta secuencia, aunque persisten dudas en cuanto a su intensidad y duración.
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La alerta por la posible presencia de La Niña destaca la importancia de comprender y anticipar los cambios climáticos y sus efectos a nivel global.