Encuentro entre humanos y neandertales: dónde sucedió
Encuentro ancestral entre Homo sapiens y neandertales
La noción de que Homo sapiens y neandertales, dos variantes humanas distintas, compartieron más que simples encuentros ha intrigado tanto a la comunidad científica como a los amantes de la prehistoria. Durante años, las evidencias genéticas y arqueológicas han confirmado que hubo mezcla entre ambos grupos, pero una interrogante fundamental ha permanecido sin resolver: ¿dónde tuvieron lugar estos intercambios que han dejado una impronta en el ADN de millones de individuos en la actualidad?
Para indagar sobre este tema, un estudio reciente examinó minuciosamente la distribución geográfica de ambas especies que cohabitaban en regiones del suroeste de Asia y el sudeste de Europa en el período en que se supo que se cruzaron, durante el Pleistoceno tardío. Y encontraron la respuesta.
Ubicación determinante del cruce entre humanos y neandertales
Tras analizar la distribución geográfica de neandertales y Homo sapiens en ese tiempo, los investigadores redujeron la lista de posibles lugares a una única región: los montes Zagros, en la meseta persa. En la actualidad, esta cordillera se extiende desde Irán hasta partes del norte de Irak y el sureste de Turquía.
En la última etapa del Pleistoceno, alrededor de 120,000 a 80,000 años atrás, los montes Zagros se configuraron como un escenario de diversidad biológica y un refugio ecológico que favoreció el contacto entre neandertales y Homo sapiens. Esta cadena montañosa, que abarca desde Irán hasta el sureste de Turquía y el norte de Irak, sirvió como punto de encuentro fundamental.
La interconexión de Homo sapiens y neandertales en los montes Zagros
La investigación reciente revela que este territorio no solo albergó a ambas especies, sino que también facilitó su interacción debido a las condiciones climáticas y ecológicas propicias de la época. A través de modelos complejos de nicho ecológico, los científicos lograron reconstruir el ambiente en el que coexistieron ambos grupos, sugiriendo que la coincidencia geográfica no fue casualidad.
Los montes Zagros, una barrera natural que divide el reino afrotropical del paleártico, actuaron como vínculo entre los neandertales, ya establecidos en Europa y el oeste de Asia, y los Homo sapiens, que emigraban desde África hacia nuevos territorios.
El descubrimiento de ADN neandertal entre el 1 y el 4 por ciento de los genomas de todos los humanos modernos no africanos es, probablemente, una de las pruebas más sólidas de estos encuentros. Sin embargo, identificar con precisión los sitios donde ocurrieron estos intercambios genéticos ha sido un desafío.
Impacto del mestizaje en la historia humana
Uno de los indicios más reveladores proviene de la cueva de Shanidar, ubicada en el norte de Irak, donde se han hallado restos de neandertales en excelente estado de conservación. Este sitio arqueológico es conocido por el llamado “entierro de flores”, donde se descubrió un esqueleto de neandertal rodeado de polen, lo que sugiere la realización de rituales funerarios complejos, aspecto antes atribuido exclusivamente a los Homo sapiens. La abundancia de vestigios tanto de neandertales como de Homo sapiens en la región refuerza la hipótesis de que fue un área de interacción crucial.
El cruce entre Homo sapiens y neandertales tiene implicancias significativas en nuestra comprensión como especie. Los segmentos de ADN continúan influyendo en aspectos biológicos y conductuales, desde la susceptibilidad a enfermedades como el COVID-19, hasta rasgos físicos como la forma nasal o la resistencia al dolor, señala la investigación.
Más allá de un único cruce: múltiples interacciones en la prehistoria
Varios estudios sugieren que hubo diferentes oleadas de interacciones entre ambas especies. La primera, hace aproximadamente 200,000 años, y la última, hace cerca de 40,000 años, previo a la desaparición de los neandertales. No obstante, se cree que la mayor parte del mestizaje tuvo lugar durante el estadio isotópico marino 5, entre 120,000 y 80,000 años atrás.
Los montes Zagros no solo fungieron como punto de encuentro entre Homo sapiens y neandertales por su ubicación geográfica, sino también por sus singulares características ecológicas.
La herencia ancestral en la humanidad actual
Actualmente, la mezcla entre Homo sapiens y neandertales continúa siendo objeto de debate entre los científicos. Aunque se reconoce que estos cruces se produjeron, aún persisten numerosas incógnitas por resolver. ¿Fue esta hibridación un suceso generalizado o estuvo restringido a determinadas regiones y momentos? ¿Cómo influyeron estos intercambios en la extinción de los neandertales?
Lo cierto es que la huella de estos encuentros perdura en nuestros genes. La investigación genética sigue revelando el impacto de los fragmentos de ADN neandertal en nuestra salud y comportamiento, desde la respuesta inmunológica a la adaptación a bajas temperaturas. Además, el estudio de estos cruces contribuye a comprender mejor las interacciones y adaptaciones de grupos humanos ante los cambios ambientales a lo largo de la historia.