Solo hombres en mi familia

Después de tener dos hermanos varones y ser muy esperada tras las pérdidas de mi mamá, fui etiquetada como “la niña”. Desde pequeña me inundaron con muñecas y ropa femenina, predominando el color rosa. A pesar de todo, esa influencia se mantuvo en mis preferencias y aún hoy me inclino por los vestidos en lugar de los pantalones. Esta crianza me llevó a soñar con tener hijas, imaginando actividades juntas y una conexión especial por ser mujeres.

Con el tiempo, me casé y tuve a León, mi primer hijo. Aunque la sociedad suele celebrar más el nacimiento de un varón, recibí felicitaciones por ello. Luego llegó Pedro, y la esperanza de una niña se desvaneció. Me consolé pensando que la unión entre hermanos varones sería fuerte, esperando que el tercer hijo fuera por fin una niña.

Junto a mi esposo planeamos tener tres hijos, lo que desencadenó todo tipo de recomendaciones para “atraer” una niña. Desde recetas caseras hasta consejos de desconocidos en el supermercado, todos esperaban el nacimiento de una niña en nuestra familia.

Enfrentando nuevas expectativas

Convencida de que mi hija llegaría, desde el principio presioné al doctor para conocer el sexo de la guagua. Sin embargo, la sorpresa llegó en la segunda ecografía, cuando “Lucía” se transformó en Juan. Mi anhelo de tener una hija se desmoronó, pero Juan se convirtió en un hijo excepcional, el más cariñoso de los tres.

Una nueva perspectiva de crianza

Durante años, me cuestioné quién se preocuparía por mí en la vejez al no tener hijas. Sin embargo, mis hijos varones han demostrado ser afectuosos y preocupados por mí, asegurando que siempre estarán presentes en mi vida. Con el tiempo, he aprendido a apreciar la vida rodeada de hombres, siendo feliz con la masculinidad que me rodea.

Continuando con un nuevo enfoque

A pesar de la ausencia de hijas, mi vida se ha llenado de grandes mujeres, amigas y hermosas ahijadas, quienes me inspiran y acompañan en mi camino. Mi objetivo ahora es ser un modelo a seguir para mis hijos, enseñándoles a valorar, respetar y amar a sus futuras parejas.

* Lucía Correa es diseñadora y compartió su historia en Paula en 2018. Si deseas contribuir con tus experiencias en nuestra sección #HablemosDeMaternidad, contáctanos a [email protected]. ¡Tu historia puede inspirar a otras mujeres!