Entrevista a Karen Doggenweiler sobre el Festival de Viña y ME-O
Karen Doggenweiler y el Festival de Viña
En una noche de febrero de 1984, Karen Doggenweiler (55) asistió por primera vez al Festival de Viña del Mar para presenciar a Daniela Romo y Andy Gibb en la Quinta Vergara. Era una experiencia inolvidable que quedó grabada en su memoria desde entonces. Cuatro décadas después, en febrero de 2025, regresa como animadora oficial del Festival, un logro destacado en su carrera que la sitúa en un rol muy relevante en el verano chileno.
Además, Karen destaca la importancia y el desafío que implica el escenario de Viña, un lugar donde se juegan muchas cosas y que la llena de emoción. Su llegada al festival fue un sueño largamente acariciado que finalmente se ha hecho realidad.
El camino hacia Viña 2025
La decisión de aceptar el rol de animadora fue inmediata y llena de emoción para Karen. No hubo dudas ni temores, solo confianza en su capacidad y trayectoria de más de 30 años en la televisión. Considera que Viña es un escenario impresionante en el que se puede ser auténtico y conectar con el público de manera especial.
Destaca también la importancia de perseverar en los sueños, recordando que a veces las oportunidades llegan cuando menos se espera, pero en el momento preciso para hacerlas realidad.
El estilo de animación de Karen en Viña
Karen planea imprimir su propio estilo a la animación del Festival, apostando por la libertad en el escenario y la conexión genuina con el público. Considera que, a pesar de la estructura establecida de Viña, hay espacio para la innovación y la sorpresa, utilizando la tecnología y la creatividad para marcar la diferencia.
Destaca la importancia de disfrutar el escenario y ser auténtico, evitando seguir al pie de la letra un guion y permitiéndose ser espontáneo. Cree firmemente que la libertad en la animación es fundamental para transmitir alegría y conectar con la audiencia.
El desafío en la Quinta Vergara
Karen reconoce que el público de Viña es vivo y exigente, pero confía en poder estar a la altura de las circunstancias. Aunque existen momentos impredecibles, como las pifias, considera que forman parte del espectáculo en vivo y son oportunidades para demostrar profesionalismo y capacidad de adaptación.
Por otro lado, Karen reflexiona sobre las críticas negativas hacia su llegada al Festival, especialmente relacionadas con su vínculo político con Marco Enríquez-Ominami. Considera que es injusto juzgar su carrera televisiva por su vida personal, destacando su independencia y dedicación a lo largo de sus 30 años de trayectoria.
Proyección en Viña y Mega
Karen visualiza su participación en Viña como una oportunidad para seguir creciendo y disfrutando del escenario, sin considerarlo como un punto de llegada en su carrera. Se muestra entusiasta ante la idea de animar las próximas ediciones del Festival en Mega, valorando la experiencia y el aprendizaje constante que le brinda la televisión.
Finalmente, Karen destaca la importancia de la libertad y la autenticidad en la animación, así como la conexión con el público como pilares fundamentales de su estilo y proyección en el escenario de Viña del Mar.