Benjamín Vicuña comenta sobre La isla de las tentaciones
La isla de las tentaciones (conocida en inglés como Temptation Island) es un formato televisivo que ha captado tanto interés como controversia desde su primera aparición en el año 2001 en Estados Unidos. El programa presenta a cuatro parejas que deciden separarse por unas semanas para evaluar su lealtad en un entorno paradisíaco. ¿A qué se refiere la “tentación” del título? Durante su estancia, hombres y mujeres interactúan con personas solteras del sexo opuesto, poniendo a prueba la fidelidad de sus relaciones.
Después de tener adaptaciones en países como España, India, Francia, Australia, Italia y Alemania, el popular reality show llega por primera vez con participantes de Chile y Argentina. Este viernes 9 se estrenará en Prime Video, seguido por el episodio final, que incluye una reunión de todos los protagonistas, el viernes 23 de agosto.
La atracción del formato
“Me interesó mucho”, comenta Benjamín Vicuña, quien es el presentador de La Isla de las Tentaciones para Argentina y Chile junto a la actriz argentina Florencia Peña. No familiarizado previamente con el programa, se documentó sobre su historia y encontró motivos de sobra para aceptar la propuesta. “Tiene elementos conflictivos que lo convierten en un reality de culto. Al menos así lo percibe la gente del medio”, explica en una charla con Culto.
El formato también se destaca entre los reality shows más polémicos debido a su enfoque en la fidelidad y las interacciones íntimas entre los participantes.
Preparación y dinámica
Célebre por su carrera en el cine, teatro, series y teleseries, Vicuña se preparó para este desafío basándose en la conexión que ya tenía con Peña, con quien había trabajado recientemente en la película “Miénteme” (2022), una comedia romántica coprotagonizada junto a Leonor Varela y Lucas Akoskin.
Su enfoque fue “tomar de la mano a Florencia, que es una experta y se mueve con soltura y simpatía”. Además, considera que se convirtió en un “apoyo” para los competidores. “No diría que soy un terapeuta, pero trato de ser alguien que escucha, que valora. También juego y sirvo de puente con la audiencia”, señala.
Actualizando el formato
Para mantenerse relevante más de 20 años después de su debut, la edición chilena y argentina del reality incorpora nuevas tendencias en el amor. Esto se evidencia con la participación de una pareja con una relación abierta (además de otra en la que uno de los miembros siempre deseó este tipo de vínculo), así como los diferentes límites que las cuatro parejas establecen al principio y la “regla de oro” que deben respetar para no romper su relación.
Variedad de formas de amar
Vicuña admite que ser presentador de un programa así presenta el reto de no juzgar a los participantes por sus formas de amar, que pueden incluir el poliamor y las relaciones abiertas. “Hay monógamos, conservadores, atrevidos y progresistas, lo que da al show una amplitud que puede generar debate”, considera el creador de Teatro Mori.
No es un formato adecuado para todo el mundo. “Quien se sume a una experiencia de este tipo debe sentir que tiene un espíritu lúdico, curioso y resiliente. No es un reality para ti si eres muy sensible. Tal vez es más para parejas jóvenes que están en una fase de búsqueda y sin hijos”, argumenta Florencia Peña.
Una competencia con uno mismo
“No se trata de un encierro, ni es un reality de competencia convencional. Compiten contra ellos mismos”, apunta Vicuña. “Eso lo hace más interesante y, a la vez, morboso porque luchan con sus propias convicciones. Hasta dónde pueden mantener la fidelidad y el amor por el otro… esto genera empatía e identificación. No solo entretiene sino que también pone incómodo al espectador”.
Desafíos y revelaciones
La versión Argentina & Chile de La isla de las tentaciones se distingue por llevar a sus participantes al límite en solo ocho episodios. Desde el segundo o tercer capítulo, el drama se desata con escenas de seducción, inseguridades y confrontaciones.
“Es un experimento social. Es un reflejo de cómo vivimos actualmente. Me sorprendió que las parejas seleccionadas reflejen cómo los jóvenes de 25 a 35 años están manejando sus relaciones amorosas hoy en día”, concluye Vicuña.