Acoso y agresión a docentes
El miércoles pasado, el Colegio de Profesoras y Profesores de Chile convocó una huelga de 24 horas para denunciar el incremento de agresiones, acoso y malos tratos hacia los docentes en todo el país. Diversas investigaciones nacionales han señalado los retos que enfrenta actualmente el sistema educativo en Chile debido al aumento de la violencia, además de un crecimiento en las dificultades relacionadas con las relaciones y la convivencia escolar. Según el análisis de Galdames-Paredes y sus colaboradores (2023), las agresiones hacia los profesores se han convertido en un fenómeno persistente, sin que haya habido en veinte años un desarrollo político, normativo o investigativo adecuado para permitir su reconocimiento, comprensión e intervención. Además, mencionan que no existen estadísticas nacionales precisas sobre este fenómeno, ya que las denuncias ante las entidades gubernamentales no hacen una distinción clara sobre los maestros, sino que se agrupan con otros actores del sistema educativo.
Adicionalmente, es importante subrayar que diversas investigaciones coinciden en los desafíos que enfrentan las comunidades escolares debido a nuevas formas de relación e interacción entre los estudiantes y a una erosión de la tradicional autoridad docente que mantenía la cohesión en la escuela (Neut, 2021; Zamora et al., 2020). Además, se ha identificado que las dificultades en la gestión del aula son una de las principales causas de deserción entre los profesores novatos (Rufinelli, 2014).
Esto ocurre en un contexto en el que, en los últimos cinco años, han surgido y se han intensificado procesos y cambios significativos que afectan el panorama socioeducativo, creando un escenario nuevo y más conflictivo. El estallido social alteró la rutina escolar y visibilizó una polarización política. La crisis sociosanitaria causada por el Covid-19 supuso un gran reto para las instituciones políticas y educativas, así como para la sociedad en general, con efectos aún en desarrollo. Paralelamente, la Ley 21.040 de 2017, que establece el Nuevo Sistema de Educación Pública y comienza con el proceso de desmunicipalización, y la Ley de Inclusión Escolar (N° 20.845) de 2015, que regula la admisión de estudiantes y prohíbe el lucro en instituciones con financiamiento estatal, junto con la Ley Tea (2023) y la nueva Política Nacional de Convivencia Educativa (2024-2030), han exigido un esfuerzo significativo a todos los actores del sistema para adaptarse a esta nueva estructura institucional.
Importancia de abordar el conflicto en el entorno escolar
El conflicto es una realidad cotidiana dentro de las escuelas, pero ha sido poco integrado en la literatura educativa. A menudo, se omite o se trata con indiferencia la realidad del conflicto, percibiéndolo como una patología que debe ser tratada y evitada. Es crucial, por tanto, atender los procesos de conflictividad educativa actuales, identificando y analizando los principales tipos de conflictos, así como las estrategias, apoyos y recursos que los docentes y equipos directivos utilizan para manejarlos.
La reciente movilización de los profesores y profesoras es un llamamiento a la opinión pública, a las políticas educativas y a la comunidad investigadora nacional, instándolos a asumir la responsabilidad de contribuir a la mejora de este problema. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado entre todos los actores involucrados podremos avanzar hacia un entorno educativo más seguro, acogedor y eficiente en su rol de formar a las nuevas generaciones.