Importancia de la formación técnico profesional en Chile para la innovación tecnológica
La importancia de la capacitación técnico-profesional en Chile para la innovación en tecnología
La enseñanza técnico-profesional juega un papel crucial en el crecimiento económico y social del país. Es especialmente relevante en las áreas tecnológicas, donde la demanda de expertos en campos como ciberseguridad, programación, automatización, y el uso de herramientas como la Inteligencia Artificial (IA), está en constante crecimiento.
Por otro lado, el sector se enfrenta a desafíos para actualizar sus programas de estudio y adaptarse rápidamente a los cambios del mercado laboral. También busca cómo guiar a potenciales talentos, así como a aquellos que necesitan cambiar de rumbo debido al progreso tecnológico en constante evolución.
Valentina Quiroga, de Fundación Chile, destaca la importancia del desarrollo humano para el progreso del país, donde la enseñanza técnico-profesional desempeña un rol fundamental según ella. En este sentido, señala que esta formación educativa es clave para preparar a los trabajadores del futuro impulsados por la digitalización, automatización y la inteligencia artificial.
En cuanto a la expansión territorial de este sistema educativo, existen más de 300 sedes en todo Chile, lo que permite una mayor integración con el entorno laboral y las comunidades locales. Este enfoque también permite que el talento permanezca en áreas remotas y contribuya al progreso local.
Un elemento estratégico
La educación técnico-profesional ha evolucionado no solo como una alternativa a la formación universitaria, sino como una herramienta estratégica para el desarrollo del país. Quiroga destaca las ventajas de esta modalidad educativa, como currículos más ágiles y actualizados que se adaptan a las demandas actuales del mercado laboral. Aunque desafía a hacer los programas aún más relevantes y flexibles.
Este enfoque educativo permite a los estudiantes adquirir habilidades específicas en un tiempo más corto y con una orientación práctica que los prepara directamente para el mundo laboral.
Además, la educación técnico-profesional no está orientada solo a jóvenes recién egresados, sino que también atiende a adultos en busca de una reconversión laboral. Esta flexibilidad es clave para adaptarse a las necesidades del mercado laboral en constante evolución.
La formación técnico-profesional atrae a adultos en búsqueda de nuevas habilidades y oportunidades laborales.
Aumento en la demanda
El avance tecnológico ha impactado significativamente el mercado laboral en Chile y a nivel mundial. La IA, la automatización y la ciberseguridad han generado una demanda creciente de profesionales, especialmente en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Según un informe del Foro Económico Mundial, para 2025 se crearán 97 millones de empleos relacionados con la adopción de nuevas tecnologías, incluida la IA.
En Chile, se observa un incremento en la demanda de desarrolladores de software, especialistas en datos y profesionales en ciberseguridad, sectores que ya presentan escasez de personal capacitado. En particular, en ciberseguridad se proyecta una brecha de 28 mil profesionales para el año 2033. Adaptarse a estas tecnologías es una necesidad urgente para el mercado laboral.
La ciberseguridad es un campo altamente demandado y requiere de profesionales capacitados en gran número.
Colaboración público-privada
Para cumplir con su función estratégica en el desarrollo de las industrias tecnológicas, la educación técnico-profesional necesita una estrecha colaboración entre el sector público y privado. Valentina Quiroga destaca la importancia de la conexión entre la educación y el mundo laboral.
En países desarrollados, las empresas no solo demandan habilidades, sino que también participan activamente en la formación de profesionales especializados. En Chile, iniciativas como la formación dual en ciertos establecimientos educativos han mostrado resultados positivos, pero se requiere una mayor institucionalización y expansión para aumentar su impacto.
Es evidente que la educación técnico-profesional desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las industrias tecnológicas y la transformación digital de Chile. Sin embargo, se requiere una actualización continua de los planes de estudio, la integración efectiva de nuevas tecnologías y una mayor colaboración con el sector productivo para maximizar su potencial.
El futuro de Chile está estrechamente ligado al desarrollo de su capital humano. La educación técnico-profesional, con su flexibilidad y enfoque práctico, puede convertirse en un motor clave para este desarrollo. Sin embargo, se necesitará una cooperación activa entre el Estado, las empresas y las instituciones educativas para garantizar que la formación técnico-profesional responda a los desafíos del siglo XXI.