Reforma de pensiones: oportunidad final para un acuerdo vial
A casi dos años desde que el proyecto de reforma de pensiones ingresó al Congreso y a escasas semanas de la publicación del informe de la Comisión Técnica del Senado, las posibilidades de alcanzar un consenso no son prometedoras. El clima político se ha transformado en electoral, y muchos de los actores clave están negociando con vistas a las elecciones municipales de octubre próximo y las elecciones presidenciales y parlamentarias del año siguiente.
Una idea compartida es que el proyecto aceptado por la Cámara de Diputados carece de viabilidad práctica y política, por lo que necesita ser modificado.
Incremento de la Cotización
También hay consenso en aumentar la cotización del 10% actual a un 16% para abordar el problema de las pensiones insuficientes para los cotizantes regulares. Aunque esto implica ciertos costos.
Estudios junto a colegas de Clapes UC muestran que este aumento mejoraría significativamente las pensiones a largo plazo, especialmente si se dirige a cuentas de capitalización individual. ¿Qué implica esto en términos de costos? Una posible disminución salarial y un impacto en el empleo formal. Estos costos se agravan si una mayor proporción se destina al seguro social. La cuestión esencial por resolver es la porción que se destinará al seguro social y si esta será temporal o permanente. La Comisión Técnica solo alcanzó un acuerdo parcial en este aspecto.
AFP y Eficiencia
La Comisión Técnica coincidió plenamente en que no es conveniente desmantelar las AFP, aunque sí se debe promover el aprovechamiento de posibles economías de escala en algunas de sus funciones. En otras columnas he abordado este tema, y es evidente que no sería sensato desarmar algo que opera bastante bien para lograr reducciones teóricas de costos, en parte trasladándolos al Estado. Sin embargo, la ministra del Trabajo persiste en este tema.
Sobre la competencia en la industria, existe un debate legítimo acerca de si las ganancias de las AFP son excesivas. Pienso que licitar periódicamente una fracción de los afiliados actuales podría implicar riesgos significativos para ellos.
Licitación y Redespliegue
En relación con las ganancias, es importante considerar que las comisiones de las AFP son menos de la mitad de las que se cobran en la gestión de fondos comunes, a pesar de la variedad de instrumentos y actividades adicionales que gestionan.
Lo más difícil de licitar una fracción del stock existente es que obligaría a las AFP a realizar ajustes significativos en sus carteras de inversión después de cada licitación. Esto generaría problemas operativos serios (por ejemplo, deshacer posiciones en derivados) y fomentaría una mayor inversión en activos líquidos menos rentables, en detrimento de inversiones a largo plazo.
Esto no sucede con la licitación de nuevos afiliados, operativa por más de una década, ya que ellos no tienen fondos acumulados. Este sistema ha permitido la entrada de dos nuevos actores a la industria y ha incentivado una reducción significativa en las comisiones de las AFP. Años atrás, los afiliados sufrieron por los cambios masivos de fondos (normalmente dentro de una misma AFP) recomendados por pseudoexpertos. Licitaciones periódicas de parte del stock podrían tener efectos aún más drásticos y persistentes sobre las carteras de inversión, en perjuicio de los afiliados. La competencia es un tema relevante y debe ser abordado, pero parece improbable resolver esto sin estudios más profundos.
Ojalá que en los próximos días, las partes involucradas en la negociación prioricen los intereses de los trabajadores y pensionados (presentes y futuros) sobre los cálculos electorales, y tomen las medidas necesarias para concretar acuerdos. De lo contrario, corremos el riesgo de tener que esperar a que otro gobierno y otro Congreso aborden el tema, postergando una solución definitiva a las pensiones por varios años más.