Motivos del cierre de Huachipato: explicación detallada
La Siderúrgica Huachipato, bajo la propiedad del grupo CAP, realizó un inesperado anuncio esta mañana sobre la paralización de sus operaciones en septiembre, tal como había advertido en marzo si no se imponían aranceles adicionales a los productos competidores, barras y bolas de acero, importados desde China. A pesar de que se aplicaron las sobretasas solicitadas por la Comisión Antidistorsiones a petición del gobierno, la empresa decidió cerrar igualmente.
Huachipato emitió un comunicado mencionando diversos factores “que no se podrán solucionar a corto ni mediano plazo, entre los cuales destacan la imposibilidad de reflejar en los precios las sobretasas aplicadas por la Comisión Antidistorsiones al acero chino, el aumento del dumping chino y la delicada situación financiera que la compañía vive desde hace años”. Sin embargo, el comunicado no profundizó en estos aspectos.
“Hoy es un día triste para todos los que formamos parte de la empresa. Durante más de siete décadas hemos sido los principales productores de acero para la minería y hemos mostrado nuestro compromiso con el desarrollo productivo de la Región del Biobío y del país desde nuestros inicios. No obstante, en estas circunstancias, la viabilidad financiera y la sostenibilidad de nuestra operación siderúrgica se torna insostenible”, expresó Julio Bertrand, presidente del directorio de Huachipato.
La compañía señaló que entre 2019 y el primer trimestre de 2024 ha sufrido pérdidas superiores a los US$700 millones. Tan solo el año pasado, las pérdidas alcanzaron los US$385 millones, y en el primer trimestre de este año, el déficit fue de US$41,8 millones. Fuentes internas mencionaron que las pérdidas en el segundo trimestre fueron comparables a las del primero.
Las operaciones serán suspendidas de manera escalonada hasta completar el cierre definitivo en septiembre. La empresa ha establecido un plan de salida para los trabajadores, incluyendo compensaciones económicas, capacitación y apoyo para la reinserción laboral.
El impacto de Molycop
En relación con las causas del cierre, el ministro de Economía, Nicolás Grau, señaló que el problema surge principalmente de la incapacidad de Huachipato y Molycop para acordar un nivel de ventas y un precio razonable bajo las nuevas condiciones del mercado.
El ministro criticó a ambas empresas por su falta de “responsabilidad social” al tomar una decisión que afectará a miles de trabajadores. “El país hizo un esfuerzo significativo, los sindicatos hicieron un esfuerzo significativo, toda la comunidad de la región hizo un esfuerzo muy importante para crear las condiciones que permitieran el desarrollo de estas empresas, pero son ellas las que han fallado al país”, indicó. Grau afirmó que el gobierno hará lo posible por revertir el cierre y llamó a reconsiderar la decisión.
El 1 de abril de 2024, cerca de 500 trabajadores de Huachipato y contratistas bloquearon la autopista que conecta Talcahuano con Concepción en protesta por el cierre de la planta de Huachipato.
Molycop, cuya sede central se encuentra en Estados Unidos pero tiene plantas en Talcahuano y Antofagasta, es el principal cliente de Huachipato, pues cerca del 70% de sus ventas son a esta empresa, que utiliza las barras de acero de Huachipato para fabricar bolas que principalmente vende a la industria minera para sus procesos de molienda.
Con las nuevas condiciones del mercado, debido a los aranceles adicionales sobre los productos chinos, que deberían incrementar sus precios, Molycop y Huachipato comenzaron negociaciones para ajustar precios y plazos en sus contratos. Ayer, Molycop comentó este contexto en una audiencia ante la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercancías Importadas (CNDP o Comisión Antidistorsiones) durante la investigación por dumping en las barras de acero para fabricación de bolas de molienda importadas desde China: “las medidas provisionales sobre las importaciones de bolas recomendadas por la CNDP han sido insuficientes, ya que los importadores acumularon inventarios anticipándose a la decisión de la CNDP, importando en los primeros cinco meses de este año un volumen equivalente al de todo el año pasado y las importaciones han continuado aumentando. A este problema se añade que otros importadores han absorbido la sobretasa impuesta, ya que esta es inferior al margen de dumping calculado”.
En resumen, los importadores de bolas de acero chinas se abastecieron antes de que se aplicaran las sobretasas, entre diciembre de 2023 y mayo de este año, para proveer al mercado chileno con productos más económicos durante todo el año.
Cuando Molycop participaba en licitaciones mineras, se encontraba con que los precios de las bolas chinas eran más bajos, y por tanto, no podía competir. Así, a su proveedor Huachipato le exigía precios menores. “No puede aumentar los precios al cliente final, por lo tanto le es imposible pagar más a Huachipato”, afirmó una fuente conocedora de las negociaciones.
Negociaciones entre Huachipato y Molycop
Las negociaciones entre Huachipato y su principal cliente Molycop no fueron fáciles. Las disputas comenzaron cuando solicitaron los aranceles adicionales a fines del año pasado. Huachipato pidió las medidas tanto para barras de acero como para bolas, lo que no agradó a Molycop, ya que el dumping -precios por debajo de los costos- de las importaciones chinas solo afectaba a las bolas de acero para molienda y no a las barras, que es lo que produce Huachipato y vende a Molycop.
Fuentes de ambas empresas indican que la relación se deterioró. Antes eran aliados y solicitaban juntos las sobretasas para el beneficio mutuo. Pero cuando el gobierno, bajo recomendación de la Comisión Antidistorsiones, decretó aranceles del 25% para las barras y del 33% para las bolas de acero en marzo pasado, las conversaciones entre ambos “aliados” no fueron las mismas de siempre, pues cada uno buscó su propio beneficio. Por ello, existen versiones contradictorias entre las partes.
Fuentes cercanas a Huachipato mencionaron que una vez establecidas las sobretasas, se sentaron a negociar y fijaron precios y volúmenes para un período determinado. Según esta fuente, Molycop luego cambió las condiciones a un precio y volumen menores, congelando así las negociaciones. Las discusiones se retomaron el mes pasado pero nunca se llegó al precio que solicitaba Huachipato y que pudiera trasladar el aumento del arancel del 25% en las barras. Mientras tanto, Molycop se abastecía de otros proveedores y pidió a Huachipato reducir más de la mitad del volumen de compra, haciendo insostenible el negocio de la siderúrgica. En julio, hubo incluso conversaciones con los directivos de Molycop global en Estados Unidos, pero no se llegó a un acuerdo, pues no estaban dispuestos a subir el precio o restablecer los volúmenes habituales.
La versión de Molycop difiere. Según ellos, Huachipato aumentó sus precios y Molycop se negó, solicitando una disminución. Huachipato aceptó, pero luego intentó revertir las entregas para volver al precio inicial.
En Molycop dicen que ofrecieron un arbitraje, lo que Huachipato niega. También rechazan que las negociaciones se extendieran hasta la noche anterior, pues afirman que los diálogos se habían congelado la semana pasada.
Lo cierto es que el miércoles por la mañana, la filial de CAP envió una carta a la sede de Molycop en Estados Unidos anunciando que se terminaban las negociaciones y minutos después se dio a conocer el cierre de la siderúrgica en Talcahuano.
Molycop se declaró sorprendida por la decisión de CAP, tomada entre la noche anterior y la mañana de ese día. Prueba de su sorpresa es que Molycop asistió lunes y martes a la audiencia de la Comisión Antidistorsiones para defender la posibilidad de que las actuales sobretasas provisionales se convirtieran en permanentes, apoyando así la postura de Huachipato.
Según todas las fuentes consultadas, tanto en Huachipato como en Molycop están conscientes de que el gobierno intentó todas las posibilidades para evitar este desenlace. Sin embargo, las pérdidas continuas de la filial de CAP, incluso con las sobretasas aplicadas, llevaron al directorio a decidir el cierre, ya que el futuro era muy incierto como para continuar.
Entre celebraciones y lamentaciones
Aunque la acción de CAP llegó a subir más del 8% durante el día, finalmente cerró con un incremento del 4,86%, siendo la mayor alza entre las empresas del Ipsa. Su controladora, Invercap, ganó un 4,46%.
Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, recordó que en 2023, mientras el área de minería de hierro de CAP, a través de la Compañía Minera del Pacífico, aportó US$400 millones al resultado neto, Huachipato perdió US$385 millones. “Es decir, el área siderúrgica destruye casi todo el valor económico que aporta el área de minería de hierro, por lo tanto, el cierre de CSH es bien recibido por el mercado”, comentó.
Araya indicó que “asumir el cierre definitivo de Huachipato tendría un impacto único de entre US$440 millones y US$490 millones, pero en el futuro solo quedaría el negocio minero, que sí aporta beneficios a la compañía”.
Incluso CAP estimó el costo del cierre, señalando que el impacto financiero de la suspensión sería de entre US$120 millones y US$140 millones en 12 meses. Además, tendría un impacto contable de entre US$320 millones y US$350 millones, “debido a una amortización por deterioro de los activos siderúrgicos de CSH”, explicó CAP.
Sin embargo, la decisión de CAP, bien recibida en el mercado bursátil, fue lamentada por diversos actores de la Región del Biobío.
El gobernador de la región, Rodrigo Díaz, señaló: “es una mala noticia porque más de 20.000 personas vinculadas a la cadena de valor de la empresa perderán su empleo”, y añadió, “para nosotros, Huachipato es un ícono histórico, forma parte de nuestro ADN”.
La multigremial empresarial de la zona, CPC Bio Bio, afirmó que el cierre “es un golpe fuerte al ecosistema del acero regional, pero sobre todo, un impacto significativo por la pérdida de puestos de trabajo estables y de calidad de miles de empleados directos e indirectos de la compañía en Biobío”.
Asimet expresó lo mismo: “Como asociación gremial creemos necesario advertir que el cierre de Huachipato significará el fin del encadenamiento productivo nacional de la industria del acero y de los productores aguas abajo que se abastecen de la siderúrgica, lo cual será muy difícil de revertir”.