LyD advierte sobre la desaceleración del sector minero
El crecimiento económico en junio casi no se movió, con un Imacec del 0,1% reportado por el Banco Central. Así, el Producto Interno Bruto (PIB) del segundo semestre registró un incremento de 1,6%, quedando por debajo del 2,3% registrado en el primer trimestre de 2024.
Ante este panorama, los especialistas ajustaron sus estimaciones de crecimiento para el año, situándolas entre 2% y 2,5%, alejándose del 2,6% pronosticado esta semana por Hacienda.
LyD alerta sobre la disminución en el avance del sector minero
Una de las industrias que ha estado liderando la actividad hasta ahora es la minería. Sin embargo, ese impulso comenzará a disminuir. Así lo señala un reporte del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD). Inicialmente, se destaca que “la contribución de la minería al crecimiento económico durante el primer semestre ha sido considerable”. No obstante, apuntan que “este crecimiento en la industria minera se debe principalmente al inicio de operaciones del yacimiento Quebrada Blanca II y no es reflejo de una expansión general en el sector”.
Adicionalmente, indican que “si analizamos la variación de la producción de cobre entre enero y mayo de 2024, comparado con el mismo periodo del año anterior, se observa un aumento del 3,3%. Sin embargo, si excluimos el mencionado proyecto que aumentó su producción desde agosto del año pasado, esta cifra se reduce a una contracción del -0,2%. De hecho, dicho proyecto ha compensado por sí solo la significativa caída del -7,1% en la producción de Codelco en el mismo periodo”.
Por consiguiente, prevén que “a partir de agosto, dado que el efecto base de comparación se atenúa, la contribución de la minería al crecimiento económico será más moderada en comparación con la primera mitad del año”.
Pronóstico de desaceleración en el sector minero
Esta reversión de tendencias observada desde el inicio del año, según el informe, ha llevado a que “las proyecciones optimistas realizadas meses atrás se revisen a la baja”. Por ello, LyD prevé un PIB de 2,3% para este año.
En resumen, el informe señala que durante el primer semestre se habían obtenido algunos resultados en el índice de producción y en el comercio exterior que crearon la impresión de que “la economía del país estaba entrando en una recuperación más firme tras un 2023 flojo”. Sin embargo, “un análisis más detenido de los datos desestacionalizados muestra que la recuperación de la actividad cambió de signo desde febrero pasado”.
Tomás Flores, economista de LyD y autor de este reporte, afirma que “este entorno obliga al gobierno a enfocar más esfuerzos en medidas que promuevan el crecimiento y que eliminen incertidumbres para que la economía pueda retomar un ritmo de crecimiento más rápido, permitiendo así la creación de empleos formales”.
Además, añade que “el acuerdo sobre la reforma tributaria, que establece que no habrá nuevos proyectos tributarios que impliquen mayor recaudación fiscal, es un avance positivo”. Sin embargo, en el lado negativo, señala que “la dificultad para convertir anuncios de inversión en proyectos concretos y la falta de claridad en la reforma de pensiones, así como otras leyes que tienen un impacto negativo en el mercado laboral, como la negociación colectiva por rama, son factores que dificultan la inversión y la actividad económica”.