¿Por qué Yasmani representa a Chile y no a Cuba? La influencia de Mijaín López
La travesía de Yasmani Acosta posee múltiples capítulos, y desde el año 2015, todos lo llevan a Chile, nación que eligió como su nuevo hogar. En abril de ese mismo año, Santiago acogió el torneo clasificatorio de lucha grecorromana para los Juegos Panamericanos de Toronto. Yasmani asistió representando a Cuba, pero ya había decidido no regresar a su país natal y quedarse en territorio chileno.
La elección de Yasmani no estuvo principalmente influenciada por motivos políticos, situación común entre deportistas cubanos, sino por alguien en particular: Mijaín López, en aquel entonces bicampeón olímpico y su principal contendiente en la categoría de 130 kilos, además de ser su buen amigo. Aunque competía en los clasificatorios, la federación priorizaba siempre a López. En esencia, la presencia de este gran atleta limitaba sus oportunidades de sobresalir.
“Yasmani es un atleta excepcional, me ayudó mucho en mis preparaciones para los Juegos Olímpicos y campeonatos mundiales. Es muy humilde y sencillo. Ahora compite por Chile, pero eso no afecta nuestra amistad”, expresó el múltiple campeón cubano en una entrevista con El Deportivo durante los Panamericanos de Santiago 2023.
En la capital chilena, Yasmani decidió desertar. Se escapó rápidamente del Hotel Fundador, donde estaba alojada la delegación cubana, sin sus documentos que eran controlados por su entrenador para evitar deserciones. Inició una nueva fase de su vida refugiándose en una habitación del conocido motel Marín 014. Confesó que lloró y se preocupó por no ver a su madre durante ocho años.
Tras ese evento, comenzó el proceso para obtener la cédula chilena, enfrentando varias dificultades durante esos meses iniciales. “Vi la oportunidad y la tomé. Pensé en cómo sería mi vida aquí. No conocía Chile. Mi amigo Andrés Ayub me ayudó a decidir. Para mí, Chile es… no sé cómo describirlo. Es como si hubiera nacido acá. Elegir entre Chile y Cuba es difícil, ambos son importantes para mí”, comentó en una ocasión.
En esos primeros tiempos, trabajó como guardia de seguridad en eventos del Hotel W y Espacio Riesco. “Fue complicado. Nunca había estado tanto tiempo despierto por la noche. Sentía mucho frío”, relató en una entrevista con El Deportivo. “Nunca tuve peleas, siempre hablaba con la gente. A veces había dos o tres personas ebrias que querían pelear y les decía ‘tú no me conoces’. Una vez me insultaron diciendo que trabajaba por 20 lucas. Les respondía que envidiaba su situación porque ellos estaban de fiesta y yo trabajando. Bromeaba para calmar el ambiente, incluso les decía que me gustaban los hombres, y muchos se reían. Luego, cuando nos encontrábamos nuevamente, me saludaban”, recordó.
Las vueltas de la vida
Para representar a Chile, Yasmani tuvo que esperar bastante debido a que Cuba inicialmente negó su liberación. Finalmente, en 2017, gracias a gestiones de Neven Ilic, obtuvo los permisos necesarios para competir en diversos torneos. Al año siguiente, el Congreso chileno le otorgó la nacionalidad por gracia, permitiéndole competir en todos los eventos del ciclo olímpico, logrando excelentes resultados y obteniendo una medalla olímpica. Curiosamente, uno de sus rivales fue Mijaín López, quien influyó en su decisión de abandonar Cuba.
“Me vi atrapado por Mijaín. Aunque somos amigos, él siempre viajaba a las competencias importantes, lo que me impedía avanzar. Tomé una decisión”, recordó Yasmani en otra entrevista.
En Chile, se reencontró con Néstor Almanza, legendario entrenador cubano que fue clave en el éxito de la lucha grecorromana en Cuba y formador de Yasmani por 13 años. “En Cuba se decía que lo subieron temprano y no explotaron sus cualidades al máximo, que podría estar al nivel de Mijaín. Bien entrenado, es un medallista mundial. Si se va a Estados Unidos, lo nacionalizarán, seguro”, vaticinó Almanza en 2016 a Qué Pasa.
Por suerte, se quedó en Chile, logrando medalla de bronce en el Campeonato Mundial de París 2017. Además, acumuló títulos sudamericanos, panamericanos y, también en París, cumplió su sueño de ser medallista olímpico.
El destino lo colocó nuevamente frente a Mijaín López, quien se retiró de la lucha grecorromana con su quinto oro olímpico consecutivo. Yasmani, por otro lado, obtuvo la plata, manteniendo la esperanza de alcanzar el oro en Los Ángeles 2028.