Placa conmemorativa a la escuela de Los Prisioneros
Los Orígenes de la Banda
En aquel lejano marzo de 1979, coincidieron Jorge González, Miguel Tapia y Claudio Narea durante su primer año en el Liceo 6 de San Miguel de Santiago. Este centro educativo, hoy conocido como Liceo Andrés Bello, sería el punto de partida para lo que vendría después.
Un punto en común entre ellos fue su admiración por bandas de la época, especialmente Kiss, lo que marcó el inicio de una amistad que más tarde se traduciría en música. Así, Los Prisioneros comenzaron a gestarse en esos primeros instantes musicales.
Debut Histórico
Su debut como Los Prisioneros, cuarenta años atrás, sorprendió a propios y extraños. Aunque en ese momento no eran conscientes del impacto que tendrían, su camino como banda ya estaba trazado. Los inicios no fueron fáciles, pero la química entre ellos permitió superar cualquier obstáculo en su camino hacia la inmortalidad artística.
En honor a esos primeros pasos, el actual Liceo Andrés Bello decidió rendir tributo a estos músicos. En una emotiva ceremonia el pasado 9 de septiembre, se develó una placa conmemorativa que perpetúa la huella dejada por González, Narea y Tapia en la institución.
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Los Prisioneros y su Impacto en la Escena Musical Local
La influencia de Los Prisioneros en la música nacional es innegable. Su legado perdura, recordando a toda una generación la importancia de la autenticidad y la rebeldía en la creación artística.
El Legado Musical de Los Prisioneros
La música de Los Prisioneros trasciende generaciones, inspirando a nuevos artistas a seguir sus pasos en la búsqueda de la libertad de expresión a través de sus letras y melodías.
La placa conmemorativa resalta: “Celebramos el impacto musical de Los Prisioneros, cuyo origen se encuentra en este liceo. Su legado es eterno y traspasa fronteras, dejando una marca imborrable en la cultura musical.”
En la ceremonia estuvieron presentes autoridades locales, así como miembros destacados de la Corporación Cultural de San Miguel. La presencia de Narea, en particular, añadió un valor simbólico a este reconocimiento.
En sus palabras, el guitarrista expresó: “Este lugar, este liceo, fue donde comenzamos todo. Aquí sembramos la semilla de lo que luego se convertiría en Los Prisioneros. Es un testimonio de que perseverando y enfocándonos, podemos lograr grandes cosas. Aunque en nuestros inicios no tuvimos todo el apoyo que quisiéramos, supimos abrirnos camino. Cada paso que damos nos acerca a nuestros objetivos. Todos ustedes tienen el potencial de lograr sus sueños, solo necesitan determinación para alcanzarlos”.