Los misterios ocultos tras la fascinante historia de Alberto Abarza
Los secretos velados detrás de la interesante trayectoria de Alberto Abarza
A sus 39 años, Alberto Abarza se despide de París como una figura legendaria. Sus tres medallas de bronce en los Juegos Paralímpicos lo convierten en el primer deportista paralímpico en lograr preseas en dos disciplinas diferentes, sumando un total de seis entre Tokio y esta última edición.
Explica que cuando estuvo en Río 2016, su felicidad era inmensa al quedar en el puesto número 20. Recuerda haber llegado a la final, ubicarse entre los ocho primeros y sentirse como un campeón del mundo, lo que desconcertaba a sus rivales. Siempre ha tenido una visión positiva del deporte, disfrutando cada momento y superándose a sí mismo. Considera que los fracasos ocurren cuando no se intenta y el éxito llega cuando se busca la suerte, la cual se obtiene gracias a la preparación y oportunidad. La combinación de estos elementos conlleva a resultados exitosos.
Este logro está estrechamente vinculado a un arduo trabajo a lo largo del tiempo y a una sólida base de apoyo, donde su hermana Millaray y su entrenador Cristián Espíndola han desempeñado un papel fundamental en su desarrollo. Comparten una trayectoria de casi 10 años juntos en alto rendimiento, estando más unidos que nunca en los últimos dos años. Su colaboración es constante, apoyándose mutuamente en cada paso del camino.
Millaray desempeña un papel clave en la carrera de su hermano, siendo su asistente en el agua al encargarse de dar la partida. Esta acción es crucial, ya que cualquier error en ese momento podría resultar en una descalificación, poniendo en riesgo años de preparación. Además de sus tareas deportivas, se ocupa de aspectos cotidianos como vestirlo, acompañarlo a entrenar y coordinar con el equipo técnico.
Desde pequeña, Millaray ha acompañado a su hermano a todas partes, aprendiendo a cuidarlo y a apoyarlo incondicionalmente. Su ingreso al alto rendimiento fue motivado por razones de salud, cuando Alberto sufrió un preinfarto hace aproximadamente 13 años. A partir de ahí, su dedicación y talento lo llevaron a destacar a nivel nacional y a obtener diversos logros a lo largo de su carrera.
Un vistazo al camino hacia el podio
Para Alberto, el proceso rumbo a París fue verdaderamente especial en todos los aspectos. A medida que avanzaban las competiciones, el podio parecía estar más cerca, mejorando notablemente su desempeño en cada prueba. A pesar de los desafíos que implican las discapacidades, el constante entrenamiento y la determinación han sido clave en su evolución como deportista. Destaca la importancia de contar con un equipo sólido y un país que lo respalda en cada paso que da.
Esta participación en los Juegos Paralímpicos ha sido particularmente emotiva para él, cumpliendo un anhelado sueño al tener a sus dos hijas acompañándolo. Agradece el apoyo de su familia y valora la oportunidad de poder competir rodeado de sus seres queridos. Su mensaje hacia sus hijas y hacia cualquiera que lo siga es enfocado en dar lo mejor de sí mismo, más allá de los resultados tangibles.
Finalmente, reflexiona sobre la importancia de valorar a los atletas que han destacado en distintas disciplinas, así como aquellos que se esfuerzan día a día sin necesariamente llegar a competir en eventos de gran magnitud. Reconoce la diversidad de países y competidores a nivel mundial, destacando el valor de estar entre los mejores en cualquier contexto deportivo.