álvaro Pezoa y su trabajo acerca de la eutanasia
El debate sobre la eutanasia en la sociedad actual
Recientemente, se ha dado a conocer que el gobierno tiene la intención de retomar con celeridad la discusión en torno a la eutanasia. Este tema fue uno de los compromisos de campaña de Boric, y parece contar con cierto respaldo popular según diversas encuestas, lo cual lo convierte en una cuestión relevante en tiempos de campañas electorales. Ante esta notificación, es imprescindible y ético clarificar en qué consiste este procedimiento. La eutanasia, que proviene del griego y significa “muerte apacible”, así como el suicidio asistido, plantean serias dudas en relación al derecho a la vida, que es inherente a la dignidad de cada individuo. Es importante recordar que la medicina tiene límites, y así como no se puede prolongar la vida más allá de su curso natural, tampoco debería abreviarse por medio de acciones como el homicidio o la asistencia al suicidio.
Para comprender mejor, la eutanasia implica deliberadamente provocar la muerte de una persona que sufre una enfermedad incurable o una condición equiparable, con el supuesto objetivo de evitar su sufrimiento. Existen dos enfoques principales: la “eutanasia activa”, que implica una acción directa como la administración de una inyección letal, y la “eutanasia pasiva”, que consiste en la omisión de tratamientos vitales como la hidratación. Además, está el “suicidio asistido”, donde se proporcionan los medios para que el propio paciente decida terminar con su vida. En resumen, estas prácticas buscan directamente la muerte del paciente, lo cual va en contra del principio de la inviolabilidad de la vida humana, que prohíbe la intención de matar a seres inocentes.
Desde una perspectiva ética, la eutanasia resulta contraria a la práctica médica. Los profesionales de la salud, al momento de asumir el juramento hipocrático, se comprometen a no suministrar medicamentos mortales ni tomar acciones que vayan en contra de la vida de un paciente. En el mismo sentido, el Código de Ética del Colegio Médico de Chile prohíbe a los médicos realizar acciones con la finalidad de terminar con la vida de un paciente. La medicina, al igual que cualquier otro ámbito de la ética, tiene límites morales que se derivan de la dignidad intrínseca de la persona humana, lo que impide a los médicos acortar la vida de un paciente antes de su muerte natural.
Reflexiones sobre el suicidio en contraposición a la eutanasia
El suicidio es considerado un problema de salud pública por la OMS y el Ministerio de Salud, y no como una alternativa médica válida como plantean ciertos defensores de la eutanasia. Aunque algunos intenten argumentar que el suicidio asistido es diferente al suicidio, en realidad subyace la idea de que hay vidas humanas de diferente valor o categoría, lo cual es un argumento tanto falaz como peligroso. En último término, se trata de una postura que entra en conflicto con la intangibilidad del derecho a la vida, por lo que siempre se debe optar por afirmar este derecho y rechazar cualquier forma de “cultura de la muerte”. ¡No a la eutanasia!
Autor: Álvaro Pezoa, director del Centro de Ética y Sostenibilidad Empresarial en la ESE Business School de la Universidad de los Andes.