¿Qué impacto tendría un sismo en la falla San Ramón?
La Falla San Ramón, que se extiende por 50 km en un eje norte-sur, se sitúa entre los ríos Mapocho y Maipo, abarcando las comunas de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto. Recientes estudios sugieren que se prolonga hasta Lo Barnechea y Pirque.
Se trata de una falla geológica activa y de tipo inversa localizada en la sierra de Ramón, a unos 10-12 kilómetros debajo de la superficie. Se estima que un posible terremoto afectaría a más de tres millones de habitantes, siendo Puente Alto la zona más golpeada, con el 61,8% de la población viviendo cercana a la falla. Otras comunas afectadas serían Las Condes (55,4%), Peñalolén (39,6%) y La Florida (34,6%).
Más de 3 millones de personas serían impactadas por un terremoto en la falla San Ramón: anuncian importantes reformas
Dada la peligrosa naturaleza de la falla, Claudio Orrego, gobernador de la Región Metropolitana, anunció diversos cambios urbanísticos. Por primera vez, se incluye en la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), propuesta enviada al Consejo Regional Metropolitano (CORE) para su aprobación.
Orrego señala: “Este año se cumplen 30 años del Plan Regulador Metropolitano de Santiago y, en el transcurso, no ha recibido ninguna modificación integral. Ha tenido más de 100 modificaciones parciales y desconectadas entre sí”.
Además menciona que dentro del marco de la nueva Estrategia Regional de Desarrollo (ERD), aprobada este año, es necesario realizar una reforma integral del PRMS. “Están siendo discutidos en la Comisión del Consejo Regional y la próxima semana se tratará en el Pleno. Invertimos cerca de $3.000 millones en estudios, uno de los cuales trata sobre la resiliencia y los riesgos de la ciudad, en donde la Falla de Ramón es un componente crucial”, agrega.
Prohibiciones de construcción en la falla San Ramón dentro del Plan Regulador Metropolitano de Santiago
El gobernador dice que el proyecto avanza en colaboración con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, aunque es financiado por la administración regional de Santiago. Uno de los roles de los gobiernos regionales incluye aprobar los instrumentos de planificación territorial, como el Plan Regulador Metropolitano de Santiago.
Orrego anticipa que “en septiembre se licitarán los primeros estudios que permitirán hacer el levantamiento y, por lo tanto, las regulaciones pertinentes. Un instrumento de planificación territorial reorganiza el espacio basándose en ciertos principios como la equidad territorial, la sostenibilidad ambiental y la resiliencia frente a riesgos, no sólo sísmicos sino también climáticos y aluviales”.
Explica que se consideran riesgos climáticos, sequías, lluvias intensas en la cordillera y peligros de inundación. “Ya hemos realizado un levantamiento con un proyecto del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), con una inversión cercana a los $2.000 millones,” añade Orrego.
Todo esto incluye la creación de un mapa aerofotogramétrico de toda la Región Metropolitana, con una resolución de 30 centímetros, disponible para académicos y autoridades municipales, que servirá de base para la planificación territorial de los próximos 30 años.
El peligro que representa la falla San Ramón
Según los expertos, una falla de este tipo consiste en un bloque que asciende respecto a otro debido a la compresión tectónica. Las fallas corticales pueden generar movimientos del suelo muy intensos porque el foco de ruptura sísmica está muy cercano a la superficie.
La modificación del plan regulador sigue las recomendaciones de un informe de la Cámara de Diputados, el cual advierte sobre el peligro de construir sobre esta falla. La comisión investigadora destacó la necesidad de estrategias gubernamentales para prohibir nuevas construcciones dentro de un radio de 300 metros a lo largo de la falla.
El informe de la comisión subraya que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo lanzó en 2011 un proyecto titulado “Estudio de riesgo y modificación (PRMS) falla de San Ramón” para evaluar el peligro sísmico en la zona oriental de Santiago.
En 2012, expertos aconsejaron incluir el fenómeno en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago y en los planos comunales para prevenir futuras construcciones directamente sobre la falla.
Orrego enfatiza: “Es esencial abordar la falla San Ramón; está inactiva desde hace miles de años, pero eso no significa que no pueda activarse nuevamente. La ciencia nos advierte que es una falla activa y debemos tomar medidas al respecto”.
Concluye asegurando que la forma adecuada de gestionar esta situación es a través del instrumento de planificación territorial existente, el cual se está actualizando integralmente para evitar soluciones parciales.