Chile y Brasil suscriben acuerdo científico
El presidente de Brasil, Lula, visitó hoy el Museo Aeronáutico en Cerrillos, rodeado de aviones, donde además inspeccionó el área en construcción del próximo Centro Nacional Espacial. Esta visita tenía como propósito firmar un pacto de cooperación espacial con Chile.
La jornada anterior, en La Moneda, también firmó un convenio de colaboración científica que abarca diferentes áreas como Transformación Digital, Inteligencia Artificial, Cambio Climático y Biodiversidad (incluyendo ciencias oceánicas, Amazonía y Antártida); Astronomía; Startups y Ambientes Innovadores; Biotecnología; Cooperación Bilateral en el marco de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN); Tecnologías Cuánticas; Transición Energética, con un enfoque en el Hidrógeno con bajas emisiones de carbono; Minerales Estratégicos; y la Divulgación de la Ciencia y la Educación Científica.
La Importancia de Brasil como Socio Científico para Chile
Brasil ha estado realizando lanzamientos de cohetes desde 1985. Aunque no lograron llegar a la órbita terrestre baja sino hasta 2023, llevan décadas de experiencia en este campo. Desde la creación de la Agencia Espacial Brasileña en 1994, se ha coordinado y promovido el desarrollo de actividades espaciales en el país, trabajando en colaboración con distintas instituciones de investigación y empresas del sector, conscientes de la importancia del espacio para el futuro y como generador de una cadena productiva significativa.
Además de la firma del convenio, Lula también trajo a su ministra de Ciencia, evidenciando la relevancia que otorgan a la ciencia en su agenda en Chile. Otro componente clave es el Programa Espacial Brasileño, que se enfoca en desarrollar la capacidad de lanzar satélites y fomenta el uso de tecnologías espaciales para mejorar la vida en nuestro planeta. Este programa ha facilitado la creación de varios satélites, como la serie de observación CBERS en colaboración con China y el satélite de comunicaciones SGDC.
Un activo estratégico que Brasil posee es el Centro de Lanzamiento de Alcântara, ubicado cerca del ecuador, lo que le otorga ventajas significativas en términos de eficiencia de combustible para el lanzamiento de satélites, otorgándole una autonomía que muchos otros países, entre ellos Chile, no tienen.
La ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, quien preside el Consejo de Ministros en Materia Espacial, señala que el desarrollo espacial y satelital requiere de capacidades coordinadas entre diferentes países. “Al igual que la Antártida, el espacio debe ser un territorio destinado a la ciencia y la paz. Ejemplos de estos proyectos incluyen la Estación Espacial Internacional, donde múltiples países colaboran en proyectos científicos que fomentan la cooperación. Estas capacidades se fortalecen mediante acuerdos de cooperación”, menciona Etcheverry.
Brasil ha desarrollado importantes competencias en el ámbito del desarrollo satelital, fundamentadas en el avance científico-tecnológico. Desde las potencias y capacidades desarrolladas por nuestras universidades, consideramos que pueden ser excelentes aliados para progresar en esta área. “Chile cuenta con una Política Nacional Espacial y un Programa Satelital, y estamos avanzando significativamente en la incorporación del componente de investigación científica civil con iniciativas y proyectos que funcionan paralelamente, como el proyecto SUCHAI de la Universidad de Chile. Nuestro compromiso como gobierno es potenciar esas capacidades”, añade la ministra.
Brasil también se destacada por sus logros en innovación. Posee múltiples empresas en el ámbito científico-tecnológico que han alcanzado el estatus de unicornio, como la firma de comercio electrónico QuintoAndar y las fintech C6 Bank y Creditas.
En cuanto al medio ambiente, Brasil será la sede de la COP30 y actualmente posee una de las matrices energéticas más limpias del mundo. Según el Energy Institute (2023), casi la mitad de la energía consumida en el país (49%) proviene de fuentes renovables. En la generación de electricidad, Brasil se apoya en la hidroelectricidad, la energía solar, eólica, biocombustibles, biomasa y geotérmica.
Los investigadores brasileños destacan en la producción científica, publicando al menos tres veces más que el promedio global en áreas como la producción de alimentos, el uso sostenible de los recursos terrestres y la biodiversidad. La producción en agroecología es 4.5 veces el promedio mundial, y en investigación sanitaria, la intensidad es 4.2 veces el estándar global. La cantidad de publicaciones sobre virus nuevos o reemergentes que afectan a los humanos aumentó en un 250% con la epidemia de Zika.