Abandono del patrimonio cultural
SEÑOR DIRECTOR:
Nemesio Antúnez plasmó su arte en tres murales ubicados en los accesos y vestíbulos de salas de cine del centro de Santiago: Sol y Luna (Palace), Quinchamalí (Huelén) y Terremoto (Nilo). Si bien su relevancia estética y cultural es innegable, solo el primero ha tenido suerte.
Precisamente, “Sol y Luna”, que está bajo custodia privada (actual cine Palace), no solo se mantiene en excelentes condiciones, sino que también puede ser visitado por el público. En contraste, los otros dos murales han tenido un destino menos afortunado.
A pesar de que “Quinchamalí” también está disponible gratuitamente para el público (galería Juan Esteban Montero), las iniciativas para su conservación y restauración han sido mínimas, reflejándose en el deterioro visible causado por el clima, el agua y la contaminación.
El abandono del mural “Terremoto”
“Terremoto” permanece relegado en el interior de un antiguo cine para adultos, inaccesible al público. En 2019, la Municipalidad de Santiago anunció su intención de gestionar su conservación y exhibición, pero casi cinco años después, esto aún no se ha materializado.
Resguardar y promover estas obras es crucial no solo por su valor artístico, sino también porque se está dejando pasar una oportunidad esencial de hacerlas conocidas y accesibles para los ciudadanos que circulan diariamente por el centro de la capital. El tiempo perdido, lamentablemente, atenta contra su preservación y memoria.
Erika Isler
Académica Universidad Autónoma de Chile